En España se consumen al año 480.000 millones de botellas de plástico. Un dato preocupante si tenemos en cuenta que cada una de estas botellas tarda en descomponerse 500 años.  Se estima que en el año 2020 la producción de plásticos llegue a las 500 toneladas. Además, de todo el plástico que consumimos, solo se recicla un 30 por ciento, el 70 por ciento restante acaba en vertederos o abonando el medio ambiente.

Los alimentos que ingerimos y el agua que bebemos ya contienen microplásticos que nuestro cuerpo no está preparado para asimilar. Aún así, los investigadores estiman que la ingesta anual de estas partículas a través del agua potable es de 75.000 para los niños, y alrededor de 130.000 para los adultos. El futuro que nos espera no es muy alentador por lo que hay que ponerse manos a la obra, pero, ¿cuáles son las alternativas que pueden colaborar a combatir esta lacra y a mejorar nuestra salud?

Un ejemplo de empresa sostenible es el de Closca Water, que nació en el año 2013 con el firme propósito de combatir la lacra que suponen los plásticos en nuestro entorno. “Ganar dinero ya no es suficiente. Los que tenemos la capacidad de crear tenemos la responsabilidad de crear para un futuro mejor. Ganar dinero no tiene sentido si tus hijos no van a poder respirar. Nos toca a nosotros, ya no hay otra generación. Tenemos que asumirlo y somos los emprendedores que ponemos el talento, la obsesión y la energía en nuestros proyectos los primeros que debemos de ser conscientes de ello”, explica a El Plural Carlos Ferrando, ingeniero industrial y fundador de la marca Closca.

De hecho, hace dos semanas que esta empresa valenciana ha lanzado una nueva app, Closca Water, que geolocaliza las fuentes públicas, los restaurantes, las cafeterías o las tiendas donde cualquier usuario puede recargar gratis su botella de agua.

El incentivo consiste además en que, por cada recarga de agua que se haga, el usuario recibe recompensas en forma de descuentos y productos o donaciones a ONGs.

Una app que tiene convenios con la NASA

En España ya existen 17.000 puntos de rellenado aunque hay más de 200.000 en todo el mundo. De hecho, algunos países donde la app está presente son Alemania, Bélgica, EEUU o Reino Unido. “El objetivo de Closca es concienciar sobre los retos que tiene nuestra sociedad y actuar ofreciendo productos y servicios que inspiran actitudes positivas”, afirma Ferrando, que recuerda que “hemos llegado a un punto en el que nos estamos bebiendo el envase y nuestros riñones no están preparados para eso”.

Emprendedores que crean comunidad

Uno de los éxitos de la aplicación es que es capaz de crear comunidad. El usuario cambia sus hábitos en pro de la sostenibilidad para que sus acciones impacten positivamente en su entorno y, a la vez, está en contacto con otras personas y comercios que también colaboran de la misma manera. Además, según Ferrando, “esta aplicación también se pueden unir negocios y marcas sensibilizadas con la sostenibilidad”.

Actualmente, Closca Water tiene convenios con derechos de uso con NASA o Google. Otras marcas como Uniqlo, competencia directa de Inditex, Tokyo Bike, Moleskine, Deloitte o instituciones como el museo Moma y el Pompidou en Francia se han sumando al proyecto. Por un lado, los negocios físicos pueden ofrecer sus instalaciones como 'estaciones de servicios' en los que los usuarios pueden recargar gratis sus botellas. Se convierten, así, en puntos de paso para las personas y pueden promocionar tanto sus servicios como sus productos. El usuario las identifica como marcas que están aportando su grano de arena en pro de la sostenibilidad.  “En cuestión de un año esperamos alcanzar 20 millones de usuarios únicos, de hecho, en dos semanas hemos alcanzado los 7.000 usuarios activos”, explica el CEO de la marca.

Una oportunidad para las empresas que hacen de la responsabilidad social corporativa su bandera insigne. “Como el capital manda y a partir de 2020 los bancos sólo financiarán proyectos de capital sostenible y eso está alcanzando una magnitud brutal y se está trasladando ahora al capital español. Todo el mundo lee la prensa y las noticias son devastadoras. Ciudades como Dheli no pueden respirar y las mujeres han decidido no tener hijos”, afirma Ferrando.

Otros proyectos en marcha

Además de la app que pretende facilitar el acceso a los usuarios del agua, la empresa cuenta con otros proyectos como es, por ejemplo, el de Closca Bottle o Closca Helmet, colecciones que pretenden concienciar a la sociedad, mediante el uso de una botella reutilizable o cascos de bicicleta, sobre el estado de nuestro planeta. “En 20 años, habrá más plástico que peces en nuestros océanos”, es el lema de una de las campañas.

Lo cierto es que, con un cuidado estilo y diseño limpio y moderno, la marca ha conseguido enganchar a un público joven. Sus cascos son tendencia en países como Alemania y marcas como Uber o Line se han sumado al proyecto. En tan sólo un lustro la empresa suma 2,5 millones de facturación.

Según Ferrando “hemos cumplimentado dos de los pasos del proyecto, la botella sostenible y la app. El tercer paso de este proyecto es ubicar fuentes de agua que sean icónicas y bellas. La botella que comerciamos ya lleva un chip y no será necesario ni contar con un teléfono móvil. La botella te indicará dónde hay una fuente. Ahora mismo estamos dotando de inteligencia a las fuentes existentes y el diseño del proyecto estará listo en unos ocho meses”.