Dicen que el tiempo todo lo cura, pero hay heridas que ni eso puede cerrar. Para el aficionado del FC Barcelona, una de esas dolorosas cicatrices es la marcha del mejor jugador de la historia del club. Leo Messi abandonó la disciplina culé en verano de 2021 entre lágrimas, recuerdos imborrables y algún que otro reproche hacia la directiva por la no renovación del astro argentino. Ahora, el aficionado que lloró la salida del ídolo, se ilusiona al ver el regreso de Messi al Camp Nou. De noche, solitario y clandestino, el futbolista del Inter de Miami se presentó en la ciudad condal aprovechando uno de sus días libres antes de unirse a la concentración con Argentina en Alicante. Fue entonces cuando el eterno 10 del Barça, acudió a la que fue su casa, la que ahora está ‘de reformas’, y se realizó unas fotografías que publicó después en su cuenta de Instagram.
“Anoche volví a un lugar que extraño con el alma. Un lugar donde fui inmensamente feliz, donde ustedes me hicieron sentir mil veces la persona más feliz del mundo. Ojalá algún día pueda volver, y no solo para despedirme jugador, como nunca pude hacerlo…”, señaló Messi en su publicación. Una última frase lapidaria, directa al corazón de los culés y que puede ser interpretada o bien como un ‘dardo’ a Laporta, o bien con un ruego que expresa el deseo de volver a casa.
El tertuliano de ‘El Chiringuito’ Cristóbal Soria, explicó los motivos que llevaron a Messi al Camp Nou: “Leo Messi está cenando con tres personas junto al estadio y ven las luces. Deciden ir caminando hacia las inmediaciones del estadio. Se deja llevar por el corazón. Sin querer mandar ningún tipo de mensaje. Cuando llegan a la puerta, ven una puerta abierta con luz dentro”, relata. Además, dejó claro que tan comentada visita no tenía segundas intenciones: “Se acercan y el vigilante que está allí, le deja pasar. No hay más. No hay ninguna lectura ni ningún mensaje”.
Una bomba que encierra una incógnita: ¿estaba el club al tanto de que Messi iba a adentrarse en un Camp Nou aún en obras? Según cuenta Mundo Deportivo, fuentes cercanas al entorno del argentino remarcan que no contactó con nadie de la entidad culé para avisar o solicitar permiso. Horas después, el FC Barcelona ofreció una versión algo diferente, insistiendo en que Leo habló con el personal de seguridad de Limak y que fue la empresa la que le hizo llegar la consulta al club, que no tuvo ningún reparo en aceptar la visita de la que fue su estrella. De hecho, el Barça republicó la foto de Messi con el siguiente mensaje: “Siempre bienvenido a tu casa, Leo”.
¿Un último baile en el Camp Nou?
El regreso de Leo Messi al Camp Nou, en su primera visita tras su abrupta salida, ha reavivado la ilusión entre el barcelonismo por verle de nuevo con la camiseta azulgrana, aunque sea de forma temporal. En la Major League Soccer existe una cláusula que permite a los futbolistas marcharse cedidos a otro club durante el parón invernal —entre una temporada y otra—, una fórmula que Thierry Henry ya aprovechó en 2012 para regresar unas semanas al Arsenal, el club donde se convirtió en leyenda.
Esa posibilidad ha hecho soñar a muchos aficionados con un retorno “exprés” de Messi al Barça, coincidiendo con la inauguración del nuevo Camp Nou en 2026. No sería un caso aislado: la historia del fútbol está llena de regresos sentimentales. Didier Drogba volvió al Chelsea en 2014 para despedirse con un título; Wayne Rooney regresó al Everton tras su etapa en el Manchester United; y Fernando Torres cerró su carrera europea en el Atlético de Madrid, el club que le vio nacer. Incluso Zlatan Ibrahimović tuvo su segunda etapa en el AC Milan, demostrando que el vínculo emocional con un club puede ser tan fuerte como el profesional.
En el caso de Messi, el deseo del barcelonismo choca con las limitaciones del calendario y la planificación deportiva, pero la puerta de un regreso simbólico —aunque sea breve— parece seguir abierta. Porque, para muchos, el 10 siempre será del Barça.
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