El fútbol mostró una vez más su lado más oscuro en el encuentro entre Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile de octavos de final de la Copa Sudamericana. Un partido que terminó siendo suspendido al comenzar una batalla campal en las gradas del estadio Libertadores de América, Buenos Aires. La trifulca ha dejado consigo al menos diez heridos graves, uno de ellos continúa en estado crítico, y cerca de un centenar de detenidos, en su mayoría seguidores del equipo chileno. 

El suceso ha puesto de manifiesto la mala organización con la que contaba el evento deportivo, además de la inacción de la policía y la violencia que desplegaron ambos grupos de aficionados. En vídeos e imágenes publicados en redes sociales, pueden verse cuerpos tirados en la tribuna del equipo foráneo, donde estaban ubicados los seguidores de la Universidad de Chile. 

El episodio violento ha comenzado al inicio de la segunda mitad. Hasta ese momento, el partido discurrió con normalidad y marchaba empate a uno. Fue entonces cuando, desde la mencionada tribuna, sucedieron lanzamientos de butacas, inodoros y piedras hacia los seguidores argentinos. La policía desalojó a gran parte de ese sector, pero un grupo de barras bravas de Independiente atacó a los chilenos que aún permanecían en el sitio.

El colegiado del encuentro, el uruguayo Gustavo Tejera, tomó la decisión de suspender el encuentro al considerar que no se daban las condiciones mínimas de seguridad para la disputa de este. Después, llegó la cancelación oficial por parte de la CONMEBOL, que emitió un comunicado en sus sitios oficiales: “teniendo en cuenta que se ha cumplido con lo establecido en el Manual de Clubes para situaciones similares, sin que la situación se haya subsanado, se procede a la cancelación del partido y el caso será derivado a los Órganos Judiciales de la CONMEBOL para futuras determinaciones”. El organismo añadió que “toda la información de los hechos ocurridos dentro y fuera del estadio será enviada a la Comisión Disciplinaria de la Confederación Sudamericana de Fútbol”.

Reacciones al incidente

Las reacciones al lamentable suceso no se han hecho esperar. El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha condenado la violencia desatada y culpado a la organización en un breve mensaje en redes sociales: “Lo sucedido en Avellaneda entre las hinchadas de Independiente y Universidad de Chile está mal en demasiados sentidos, desde la violencia en las barras hasta la evidente irresponsabilidad en la organización. La justicia deberá determinar los responsables”.

El directivo de Universidad de Chile, Daniel Schapira, apuntó en la radio chilena ADN que “Siempre nos pasa algo. No pueden poner a la hinchada de la U. arriba de la barra de Independiente. Vamos a ser sancionados, no hay ninguna duda. Y van a ser sanciones duras. Es un tema social y cultural. Esto es mucho más que fútbol”. El embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, ha confirmado la presencia de, al menos, un chileno en estado grave entre los hospitalizados. 

Por la parte del equipo argentino, el presidente de Independiente, Nestor Grindetti, ha señalado a los seguidores de la Universidad de Chile como culpables del incidente en unas declaraciones en TyC Sports: “En este caso nos interesa Independiente porque Independiente no ha tenido nada que ver. Está claro el comienzo y la continuidad del problema. Hay 90 detenidos que son de la U, hay un claro responsable. Vamos a defender a Independiente, si hay que viajar a Paraguay lo haremos. Corresponde una sanción al club chileno y una liberación de responsabilidad a Independiente". 

Además, defendió el comportamiento al que, según Grindetti, acostumbra la hinchada local: “No estamos acostumbrados los hinchas de Independiente a esto porque el comportamiento de nuestros hinchas siempre es ejemplar. Nosotros vamos a defender la posición de Independiente en todas las instancias que correspondan. Tenemos que esperar un informe de CONMEBOL. Sobre ese informe, vamos a defender la posición de Independiente. Por lo que hay, fotos, videos y todo lo que vio la CONMEBOL, incluso las autoridades de la U de Chile, hay un claro responsable que es la gente de la U de Chile".

Aún no hay información sobre cuándo se jugará lo que resta del encuentro, pero el oscuro episodio que ha vuelto a sacudir al fútbol sudamericano reclama cambios. El deporte rey merece un comportamiento acorde a su estatus. La violencia, que ensucia todo lo que toca, no tiene cabida en el balompié. 

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