El fútbol de élite se decide en el área, pero también en los despachos. En 2025, la Premier League vuelve a ser el mejor escaparate para comprobar cómo conviven estrellas consolidadas y talentos emergentes bajo modelos salariales muy distintos. La comparación entre Mohamed Salah, referente histórico del Liverpool, y Cole Palmer, nueva bandera ofensiva del Chelsea, es un buen termómetro para entender esa diferencia.
Ambos compiten en la misma liga, ambos tienen un impacto real en el juego de sus equipos y ambos forman parte del núcleo duro del negocio futbolístico. Sin embargo, cuando se analiza cuánto gana cada uno, la distancia es tan evidente como reveladora.
Dos carreras, dos contextos muy distintos
Mohamed Salah llegó al Liverpool en 2017 y transformó al club. Campeón de Europa, campeón de la Premier y habitual en las grandes noches continentales, el egipcio ha sido durante años el rostro más reconocible del proyecto ‘red’. Su figura trascendió pronto lo deportivo para convertirse en un icono global, especialmente en África y Oriente Medio.
Sin embargo, la temporada 2025/26 ha marcado un punto de inflexión. En el segundo año de Arne Slot en el banquillo 'red', Salah ha dejado de ser titular indiscutible. En varias fases del inicio del curso ha partido desde el banquillo, algo impensable en años anteriores. Hace apenas unos días, el delantero protagonizó un enganchón público con su entrenador, al reconocer ante la prensa que no entendía su suplencia, dejando al descubierto una relación más tensa de lo habitual. Ese contexto deportivo no ha alterado, al menos de momento, su peso contractual dentro del club.
Cole Palmer vive una realidad opuesta. Tras salir del Manchester City en busca de protagonismo, el inglés se ha consolidado como una de las grandes referencias del Chelsea. Su crecimiento ha sido rápido y sostenido, y hoy es una pieza central tanto en lo deportivo como en la reconstrucción de la identidad del club londinense.
El dinero como reflejo del estatus
Antes de entrar en cifras exactas, conviene entender el punto de partida. Salah negocia desde la posición de una superestrella mundial, incluso en una temporada donde su rol ya no es incuestionable. Palmer, en cambio, negocia desde el potencial y el rendimiento reciente, no desde una trayectoria histórica.
Esa diferencia se plasma con claridad cuando se ponen los números sobre la mesa. Mohamed Salah tiene un sueldo de 22,56 millones de euros al año en el Liverpool. Una cifra que lo sitúa entre los futbolistas mejor pagados de 2025 en Europa y que equivale a cerca de 1,88 millones de euros mensuales o más de 430.000 euros semanales.
El salario de Cole Palmer es notablemente inferior, aunque elevado para su edad y experiencia. El futbolista del Chelsea percibe 8 millones de euros anuales, unos 666.000 euros al mes y algo más de 150.000 euros por semana. La comparación es directa: Salah gana casi el triple que Palmer compitiendo en la misma liga.
Contratos blindados y apuestas de futuro
El contrato de Mohamed Salah responde a una lógica de blindaje. El Liverpool no solo paga por lo que aporta en el campo, sino por todo lo que representa fuera de él. Incluso en un curso donde ha perdido la vitola de titular indiscutible, su peso económico dentro del club sigue siendo estratégico.
En el caso de Palmer, el Chelsea paga por presente y futuro. Su contrato refleja confianza, pero también margen de crecimiento. Si su rendimiento se mantiene, no sería extraño que su salario se revise al alza en los próximos años.
Patrocinios y negocio fuera del césped
Donde la brecha se amplía aún más es fuera del terreno de juego. Mohamed Salah es una de las figuras más rentables del fútbol mundial en términos comerciales. Acuerdos con grandes marcas deportivas y multinacionales elevan notablemente su fortuna, hasta el punto de que sus ingresos por patrocinio rivalizan con su salario como futbolista.
Cole Palmer ha empezado a atraer interés comercial, especialmente en el mercado británico, pero su perfil aún no tiene el alcance internacional del egipcio. Sus ingresos extradeportivos crecen, aunque todavía están lejos de equilibrar la balanza.
Estilo de vida y gestión del dinero
Salah es conocido por un estilo de vida relativamente discreto para su nivel de ingresos. Ha invertido en propiedades y negocios tanto en Reino Unido como en Egipto, y mantiene una imagen pública muy cuidada, incluso en momentos de fricción deportiva como el vivido recientemente con Arne Slot.
Palmer, más joven, mantiene un perfil bajo y una vida centrada en el fútbol. Su fortuna está todavía en fase de construcción y su prioridad parece ser consolidarse como uno de los grandes nombres del campeonato.