Pocas producciones televisivas han logrado instalarse con tanta fuerza en la conversación pública española como La Isla de las Tentaciones. Desde su estreno, el programa de Telecinco se ha convertido en un fenómeno social: parejas que ponen a prueba su fidelidad, romances inesperados y giros que se viralizan al instante en redes. Con nueve ediciones a sus espaldas, el formato ha trascendido la televisión para convertirse en un espejo —a veces exagerado— de los vínculos sentimentales en la era de la exposición.
Y, como en tantos otros ámbitos, el fútbol no ha permanecido ajeno a su magnetismo. A lo largo de las distintas entregas, varios participantes han tenido relación directa con el mundo del balón: futbolistas, expromesas, entrenadores de base o parejas de jugadores profesionales. La mezcla entre fama deportiva y televisión de telerrealidad ha alimentado titulares, curiosidad y, en algunos casos, un inesperado salto a la popularidad.
Rubén Sánchez, el tentador que fue futbolista profesional
Entre los tentadores más recordados de la primera edición figura Rubén Sánchez, quien llegó a militar en el Levante en Segunda División, marcando un tanto, y formó parte de las categorías inferiores del Atlético de Madrid. Su físico y su carisma le convirtieron en uno de los protagonistas de la edición, donde mantuvo una intensa relación con Fani Carbajo. Tras su salto a la televisión, ha seguido vinculado al deporte como entrenador y modelo, combinando ambas facetas.
‘Rubo’ Blanco, un habitual de las divisiones semiprofesionales
Tentador en la cuarta edición del programa, Rubo tiene una dilatada carrera como futbolista en clubes de Tercera, Segunda y Primera RFEF. Canterano del Numancia, también militó en el filial del Deportivo Alavés. Además, ha disputado en tres ocasiones la Copa del Rey: dos con el Arosa y una con el Real Ávila. Con los primeros, de hecho, participó en un encuentro frente al Valencia en esa misma competición. Su paso por el programa no es muy recordado, pero mantuvo un breve romance con Sandra Ferriz, con quien se dio un beso.
Manuel González, la rodilla le privó de triunfar
Manuel, el de “la manita relajá” y protagonista en varias ediciones del formato (entre ellas la última), fue canterano de equipos como el Real Betis y el Real Madrid mucho antes de hacerse un nombre en la televisión. El propio Manuel compartió en sus redes sociales una publicación de la temporada 2005/06 en la que posaba con la camiseta del equipo blanco y con el siguiente texto: “Recuerdo muy bonito que siempre guardaré en el corazón”. Su prometedora carrera se vio truncada a causa de una grave lesión de rodilla.
Nico Craiu, el “nuevo Hagi” que se marchó del Real Madrid
Acudió como pareja de Gal·la a la cuarta edición de la Isla de las Tentaciones, y ambos pusieron fin a su relación tras sus respectivas infidelidades. Pero más allá del triángulo amoroso que protagonizó Nico con Rosana y Miriam, el participante fue canterano del Real Madrid, y muy prometedor. Él mismo reconoció en una entrevista a Relevo que “la persona que más me ha influido en el mundo del fútbol y a la que más recuerdo es Santiago Hernán Solari. Todo el mundo decía que yo era su ojito derecho, para mí era como un padre”. Sin embargo, su etapa en el cuadro merengue finalizó de forma abrupta con su marcha a la cantera del Villarreal. Dos cruzados le alejaron de los terrenos de juego prematuramente, pero él señaló que, en Rumanía, le comparaban con el mítico Hagi.
Manuel Villena, del fútbol profesional al foco televisivo
El de Benidorm dejó su casa a los 15 años para apostar por el fútbol de alto nivel. Llegó al Málaga F.C. y posteriormente pasó por equipos como La Nucía B, Novelda CF, CD Alhaurino, Hércules B y Vilamarxant CF. Gracias a una beca deportiva, vivió dos años en Estados Unidos formando parte del equipo de la California State University, Los Ángeles y compaginando la práctica del fútbol con los estudios. Al participar en La isla de las tentaciones, Villena no ocultó su perfil como futbolista profesional y lo puso en valor en su trayectoria mediática y deportiva.
