A veces la vida hace extraños compañeros de cama, la Asociación Española del Gas (Sedigas) y el grupo parlamentario de Unidas Podemos han mostrado su apoyo a la posición del Gobierno español de oponerse a la propuesta planteada por Bruselas de imponer restricciones en el consumo de gas a los estados miembros.

Sedigas considera necesaria una aplicación de las medidas de ahorro que "tenga en consideración las capacidades logísticas y el modelo de suministro de cada Estado miembro, lo cual no es contrario con los principios de necesaria coordinación y solidaridad con nuestros socios comunitarios".

En un comunicado, Sedigas pide tener en cuenta la situación de partida de cada país en términos de consumo de gas, disposición de infraestructuras de recepción e interconexión con Europa y su actual grado de exposición al suministro de gas de origen ruso. En el caso concreto de España, recuerda que ese riesgo apenas representa el 10% y, por tanto, deben considerarse "la aplicación de medidas diferenciadas que permitan dar una respuesta eficaz y coordinada, en términos de seguridad de suministro y coste, a la actual crisis energética".

La patronal gasista incide en "la relevancia estratégica" de la infraestructura gasista española actual para garantizar la soberanía energética europea, un papel, según Sedigas, para el que el sector está "plenamente preparado y dispuesto", pero que pasa por "el necesario refuerzo de la red de interconexiones que permitan impulsar no solo más volúmenes de gas natural hoy, sino en el futuro inmediato el flujo de gases renovables, como el biometano y el hidrógeno verde".

Unidas Podemos apoya la posición de Ribera

En la misma línea, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha respaldado el rechazo de la vicepresidenta para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, a recortar de forma obligada el consumo de gas, tal y como plantea la Comisión Europea para el caso de que se alcance un riesgo de escasez de gas o una demanda excepcionalmente alta.

"Es la posición correcta", ha avalado el portavoz del grupo parlamentario en declaraciones a los medios en la Cámara Baja, apuntando que "España ha hecho sus deberes", al tener "suministro de gas garantizado y diversificado", con "más plantas de regasificación que nadie" y, por tanto, sin establecer "una dependencia con el gas ruso". "Por tanto, estamos de acuerdo con la posición que España está manteniendo para que no tenga que hacer cortes de suministro, dado que no es necesario", ha recalcado Echenique.

Todo ello después de la petición de la Comisión Europea a los Estados miembros de recortar de forma voluntaria un 15% su consumo de gas hasta la próxima primavera, pero proponiendo que este recorte sea obligatorio, en caso de escasez o de una demanda excepcionalmente alta, ante el riesgo de una paralización en el suministro de gas por parte de Rusia.

Frente a ello, la vicepresidenta Teresa Ribera, titular en materia de Energía, ha asegurado que España "no está dispuesta" a asumir ninguna imposición, sin haber siquiera debatido sobre este asunto, considerando que supondría "un esfuerzo sobredimensionado" para el país, además de "injusto".

En todo caso, ha asegurado que el resto de la Unión Europea "puede contar con la solidaridad" de España, aunque ha puesto en duda "la efectividad" de las medidas planteadas por la Comisión.