El número de ocupados aumentó en 469.900 personas durante el segundo trimestre del año, marcando así un incremento histórico que situó en los 19,3 millones el total de personas empleadas, una cifra que no se lograba desde finales de 2008. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de desempleados disminuyó en 306.000 personas entre abril y junio, hasta los 3.490.100 parados, de forma que la tasa de desempleo bajó 1,46 puntos y se situó en el 15,28 % de la población activa, cifras no vistas en casi diez años.

Los datos son ciertamente halagüeños. Según el economista José Carlos Díez se trata de un buen dato de empleo: “Crece en el primer semestre más que en el segundo semestre de 2017”. Destaca el crecimiento de empleo asalariado a tiempo completo con contrato indefinido, el 3,6%, y el empleo joven entre 20-25 años, un 9%.

El empleo crece un 6% entre los inmigrantes, en la construcción un 7% y en empleo industrial un 3%, “aunque las exportaciones han dejado de crecer desde finales del año 2017. A su juicio, “la política monetaria del BCE ha tenido éxito y ha activado un ciclo de inversión, también inmobiliario y con burbuja de precios incluida”.

Y es que, el número de ocupados aumentó en mayor medida que disminuyó el de parados debido a que la población activa (personas que trabajan o buscan un empleo) se incrementó en 163.900 personas, hasta situarse en 22.834.200, dejando la tasa de actividad en el 58,8 %.

Según el INE, el incremento del empleo es el más acusado en términos trimestrales de toda la serie histórica, que comienza en 1976.