Teresa Ribera, vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, ha participado en el 40º Congreso Federal del PSOE con un mensaje muy potente: "El PSOE tiene el corazón rojo pero también verde". De hecho Ribera ha explicado lo importante que es transformar una realidad actual en una realidad distinta, mucho más justa, mucho más equitativa.

Y ha hecho hincapié en que "la gran diferencia de este partido frente a otros movimientos es que no se queda en el activismo de pancarta, es que se rompe la cabeza para hacer realidad ese cambio y no es fácil". "No es fácil porque romper inercias, transformar siempre ha sido complicado y a veces hemos caído en la tentación de destacar algo que es verdad: la agenda ambiental es una agenda de seguridad; de acceso a recursos; seguridad alimentaria; seguridad ante las inundaciones; fenómenos metereológicos extremos. Es una agenda de seguridad. Pero de verdad, sobre todo, no lo olvidéis, es una agenda de justicia; de equidad no solamente como pacto entre generaciones, que lo es, no solamente como entre distintos países del mundo que han contribuido menos a la generación de problemas y que sin embargo, están mucho menos dotados para afrontar los problemas que aborda aquellos que generaron otros. Es también una agenda de justicia entre personas que vivimos en el mismo lugar geográfico y en la misma época, en el mismo tiempo", ha reflexionado. 

Por otro lado, en materia energética, que es uno de los principales problemas que afectan a Europa en estos momentos, la ministra considera que, "es verdad que ahora mismo absorber todos los costes de una transformación de estas dimensiones en un plazo de tiempo tan corto requiere que cada uno de nosotros seamos militantes del cambio, que estemos convencidos que de verdad, nos beneficia porque el horizonte a medio plazo puede ser estupendo, pero hay que hacer ese camino y ese camino, probablemente pasa por aprovechar todos esos recursos que hoy están a nuestra disposición". "Por pensar cómo movilizamos un millón de techos solares; cómo conseguimos tal y como algunos de nuestros compañeros locales puedan tener comunidades energéticas que satisfagan las necesidades energéticas de pueblos, de ciudades o de ciudadanos, a un coste que se paga contra la eficiencia que se gana o cómo puede ser que tengamos ciudades verdes o cómo puede ser que construyamos de una manera participativa, siendo contribuyentes, responsables, protagonistas, de nuestras decisiones, ese despliegue que energías renovables", ha sentenciado.