La vicepresidenta para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha asegurado este miércoles en el Congreso de los Diputados que el actual diseño del mercado eléctrico responde a directrices europeas. De hecho, la ministra ha enviado una carta a la Comisión Europea planteando incluso algunos cambios en el diseño.  Durante su intervención para defender el decreto ley que rebaja de forma temporal el IVA en la factura de la luz al 10% y Ribera ha asegurado ante el Congreso que ya ha planteado a la UE cambios en el diseño del mercado eléctrico

Durante su intervención para defender el decreto ley que rebaja de forma temporal el IVA en la factura de la luz al 10% y suspender el impuesto de generación que pagan las eléctricas, Ribera ha afirmado que no ve "adecuado" en las situaciones actuales el diseño actual de este mercado marginalista, que no permite aprovechar los menores costes de generación de electricidad con energías más baratas. Es decir, Ribera no aprueba la fórmula pactada por el Gobierno y las eléctricas. ¿Por qué?

Pese a que los costes de generación de energías renovables o centrales más amortizadas como las nucleares o hidroeléctricas sean más bajos, el precio de mercado acaba situándose en la tecnología más cara y ha reconocido que la tendencia del alza de los precios se mantendrá durante los próximos meses. 

A modo de desencuentro con las decisiones llevadas a cabo por el Ejecutivo, Ribera ha señalado que el precio del gas se ha encarecido un 10% en apenas siete días, dentro de una escalada a nivel global vinculada a la recuperación y a la mayor demanda de los últimos meses. También los precios de derechos de CO2 que, ha dicho, debe ser un "instrumento facilitador" para el cambio de inversiones, y "no una guillotina para los consumidores", algo también que debe abordarse en el debate comunitario, es decir en el seno de la Unión Europea. 

Durante su comparecencia, poco optimista en relación al encarecimiento de la energía, la ministra propone buscar "fórmulas que alivien" al consumidor de esta escalada alcista y "apurar todo el margen de regulación doméstica para evitar este impacto en los ciudadanos" y "trabajar en todos los márgenes disponibles", a saber, "funcionamiento del mercado, cargos y peajes y fiscalidad" para "un reparto más equitativo de los costes del sistema". Es decir, cuidados paliativos que de poco servirán mientras la tendencia alcista de la energía siga asfixiando a los españoles, sobre todo a los de rentas más bajas.