El consejo de administración de la empresa ferroviaria española Talgo ha pedido explicaciones al Gobierno de España por su oposición e injerencia contra la Oferta Pública de Adquisición (OPA) por el 100% de su capital lanzada por Magyar Vagon en marzo. Tal y como ha criticado la empresa, el silencio y el retaso en un pronunciamiento oficial sobre la operación por parte del Ejecutivo supondría un "serio perjuicio" para Talgo, ya que estaría bloqueando su financiación para el desarrollo de sus contratos. 

Así, el consejo administrativo ha enviado sus quejas a través de una carta a la Junta de Inversiones Exteriores. Es decir, al organismo público encargado de autorizar o de vetar la adquisición de empresas nacionales que se consideran estratégicas por otras de origen extranjero. En el documento, Talgo ha esgrimido que la compañía está sufriendo "problemas con el acceso y aseguramiento de la financiación necesaria para los proyectos y contratos existentes". De igual forma, también le estaría generando un perjuicio sobre la "negociación con proveedores y suministradores", así como a la hora de "reclutar profesionales solventes". La causa de esto sería la incertidumbre consecuente sobre el futuro de la empresa

De igual forma, en el documento enviado por el consejo administrativo de la ferroviaria, la compañía ha asegurado que solo la oferta de Magyar Vagon cumple con todas las condiciones. Asimismo, también ha agregado: "El grupo húngaro ha demostrado que tiene certeza de fondos y el capital para ejecutar la opa". Así lo ha hecho en contraposición de Skoda, que hizo una propuesta donde mostró su interés por una potencial fusión que tendría el respaldo del Gobierno. La automovilística checa hizo la oferta, pero no aclaró ni los términos económicos ni la contraprestación para los accionistas, de forma que Talgo le pidió que aclarase las condiciones de la contraopa

Talgo exige que el Ejecutivo se posicione

Tal y como refleja la carta, todos y cada uno de los consejeros de la ferroviaria española le exigen al Gobierno español que se pronuncie con respecto a la opa de la empresa húngara. Esta formalizó ya su propuesta el pasado mes de marzo con el registro del folleto de la Comisión Nacional del Mercado de valores (CNMV). Sin embargo, desde ese momento, tanto el PSOE como Sumar mostraron su rechazo ideológico, a la vez que han buscado alternativas para tumbar la oferta de Magyar Vagon. De hecho, en el documento del consejo administrador aparece: "Existen rumores y noticias de que el Gobierno de España está activamente buscando alternativas a la opa”. 

De hecho, el Ejecutivo mostró sus discrepancias desde el primer momento a través de contundentes declaraciones de los ministros Óscar Puente y Jordi Hereu. De hecho, llegaron a asegurar que el Gobierno haría lo que fuera necesario para impedir que la ferroviaria española acabara en manos del grupo húngaro. Todo ello, pese a que Talgo y Trilantic, su mayor accionista, calificaron la opa de amistosa.

La negativa mostrada por el Ejecutivo reside en que Magyar Vagon está vinculada al ultraderechista Viktor Orbán, presidente de Hungría, quien se ha enfrentado a los Estados miembros de la Unión Europea en cuestiones críticas. Este es el caso de su visita a Vladímir Putin una vez obtuvo la presidencia del consejo de la Unión Europea, lo cual generó una quiebra en la posición de la Comisión Europea con respecto a su apoyo a Ucrania frente al gobernador ruso. 

La húngara también ha enviado otra carta a Talgo

La carta de Talgo al Ejecutivo se ha realizado después de que la compañía húngara enviara otra al consejo de la ferroviaria. En ella, Magyar Vagon indicó que ha respondido hasta en cuatro ocasiones a los requerimientos de información que ha solicitado la junta de Inversiones Exteriores y que ha completado todas las obligaciones regulatorias. Asimismo, quiso reafirmar su compromiso con Talgo, de forma que pidió al órgano gestor su colaboración. Esto es algo excepcional, debido a que los consejos de administración deben adoptar un papel pasivo en cualqier opa, según la ley.  

Así, quería que se hiciese público que la tecnología de ancho de vía de la húngara no es exclusiva, debido a que las patentes expiraron hace décadas, además de que Talgo no está inscrita en el Registro Especial de Operadores de Comercio Exterior. Con ello, el consorcio húngaro pretende convencer de que la ferroviaria no es una empresa estratégica para España y demostrar que carece de fundamento la teoría de que Rusia está detrás de la operación

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