Así lo refleja el informe Actividades prioritarias en función de la siniestralidad, que ha elaborado el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST). Se trata de un estudio que ha puesto el foco en la siniestralidad sufrida en España en 2024, a través del cual se ha buscado encontrar a los colectivos que afrontan un mayor número de posibilidades de sufrir accidentes laborales, siendo los sectores identificados los que concentran un mayor número de personas trabajadoras.
Según indica el ministerio al publicar este informe, los resultados obtenidos "resultan estratégicos para guiar las actuaciones de los agentes sociales y continuar el avance en la prevención de los riesgos laborales en base al análisis de cifras objetivas". Un estudio que también ha prestado atención a la perspectiva de género, encontrando en los resultados conclusiones "especialmente relevantes" en los datos desagregados por sexo, lo que permite un análisis detallado de las diferencias en siniestralidad entre mujeres y hombres.
En su conjunto, el documento se configura como una hoja de ruta para interlocutores sociales, mutuas, Inspección de Trabajo y demás agentes implicados en la mejora de la seguridad y la salud laboral. En este sentido, la directora del INSST, Aitana Garí Pérez, ha subrayado que “disponer de información precisa sobre los sectores con mayor siniestralidad laboral nos permite dirigir los esfuerzos preventivos hacia las actividades donde más se necesitan, garantizando una mayor protección de la seguridad y salud laboral de la población trabajadora”.
El informe parte del número de accidentes con baja (leves, graves y mortales) registrados durante la jornada de trabajo en España en 2024: un total de 556.385, lo que supone una tasa de incidencia de 2.733,7 accidentes por cada 100.000 personas trabajadoras. Los sectores que concentraron mayor siniestralidad y población de riesgo fueron la construcción de edificios; la construcción especializada; la industria de la alimentación; la asistencia en establecimientos residenciales; y los servicios de alojamiento. Estas actividades agrupan a más de 2,5 millones de personas trabajadoras, lo que los convierte en ámbitos de especial interés preventivo.

Las mujeres sufrieron un total de 164.095 accidentes de trabajo que dieron lugar a baja, con una incidencia de 1.722,4 por cada 100.000 trabajadoras, siendo en este caso las actividades prioritarias desde el punto de vista preventivo la asistencia en establecimientos residenciales; los servicios de alojamiento; la industria de la alimentación; las actividades de servicios sociales sin alojamiento; los servicios a edificios y actividades de jardinería; la agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados; y los servicios de comidas y bebidas.
En el caso de los hombres, el índice de incidencia fue de 3.623,6 por cada 100.000 trabajadores, con un total de 392.290 accidentes registrados. Los sectores con mayor siniestralidad y número de trabajadores fueron la fabricación de productos metálicos (excepto maquinaria y equipo); la construcción de edificios; las actividades de construcción especializada; la industria de la alimentación; y los servicios a edificios y actividades de jardinería.
Accidentes graves y mortales
El número de accidentes graves y mortales producidos durante la jornada de trabajo el pasado año fue de 4.583, lo que supone un índice de incidencia de 22,5 por cada 100.000 personas trabajadoras. Los sectores con mayor siniestralidad y personas trabajadoras afectadas fueron construcción de edificios; actividades de construcción especializada; transporte terrestre y por tubería; y agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados.

De nuevo, los datos desagregados muestran importantes diferencias entre sexos. En cuanto a los hombres, se notificaron 3.860 accidentes de trabajo con consecuencias graves o mortales, resultando un índice de incidencia de 35,7 por cada 100.000 trabajadores. Con la única incorporación del sector de la fabricación de productos metálicos, el resto de actividades con mayor siniestralidad coincide con las señaladas para la población afiliada y con las contingencias de accidente de trabajo cubiertas en su conjunto (construcción de edificios; actividades de construcción especializada; transporte terrestre y por tubería; agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados; y, en último lugar por orden de incidencia, fabricación de productos metálicos, excepto maquinaria y equipo).
Por otro lado, se registraron 723 accidentes de trabajo con baja graves o mortales de trabajadoras, lo que da lugar a un índice de incidencia de 7,6 por cada 100.000, cinco veces inferior al de los hombres. Entre las actividades que concentran mayor número de accidentes graves o mortales y población trabajadora destacan la agricultura, la ganadería y la caza; las actividades deportivas, recreativas y de entretenimiento; la Administración Pública y defensa y la Seguridad Social obligatorias; la industria de la alimentación; las actividades de servicios sociales sin alojamiento; los servicios a edificios y actividades de jardinería; las actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico; y actividades sanitarias. El sector de la agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados es el único que coincide con los datos específicos de los hombres.