La deuda de Hacienda sigue llamando a la puerta de Shakira. Este miércoles un juzgado de Barcelona ha abierto una nueva causa contra la cantante por presunto fraude fiscal. La causa abierta por el Juzgado de Instrucción número 2 de Esplugues de Llobregat es la segunda que afecta a la barranquillera, que deberá afrontar otro juicio en otoño. La fiscalía se ha querellado por dos presuntos delitos contra la Hacienda durante el año 2018 que se suman a las acusaciones de elusión fiscal entre los años 2012 y 2014.

La colombiana rehusó de alcanzar un acuerdo con la justicia en relación con la primera investigación, que aludía a un presunto fraude de 14,5 millones de euros, y ahora se enfrentará a un juicio el próximo 20 de noviembre en el que la Fiscalía pide ocho años y dos meses de cárcel por seis delitos contra la Hacienda. La segunda causa, relacionada con el pago del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto de Patrimonio, se encuentra actualmente en fase de instrucción.

Sobre el primer juicio que espera Shakira se conoce que se extenderá durante 12 sesiones y contará con hasta 200 asistentes. Además de la pena de cárcel solicitada por la Fiscalía, la cantante también podría tener que devolver los presuntos 23,8 millones de euros defraudados. Su defensa alega a que no fijó su residencia en España hasta 2014, insistiendo a la par que Shakira ha pagado cerca de 105 millones de euros en impuestos en todo el mundo desde 2011.

Los días 20, 22, 23, 28, 29 y 30 de noviembre y 4, 5, 11, 12, 13 y 14 de diciembre se podrá volver a ver a la artista con más 100 millones de ventas en los tribunales, donde se defenderá de las acusaciones. El juicio podría ser más corto si la acusación (Ministerio Público y Abogacía del Estado) aceptasen rebajar la pena a cambio del reconocimiento por parte de Shakira de la constitución del delito.

No obstante, el poco talante negociador de la cantante quedó demostrado tras su rechazo de la oferta que planteó la Fiscalía para llegar a un acuerdo por el que se rebajase la condena y se evitase el juicio. Por su parte, la Fiscalía considera los presuntos delitos cometidos especialmente graves debido a la utilización de sociedades en paraísos fiscales para ocultar sus ingresos reales.

La cantante movió ficha y depositó 17 millones de euros a disposición del juzgado para afrontar eventuales responsabilidades, lo que puede funcionar como atenuante para rebajar su pena. No obstante, la negativa a reconocer los hechos y devolver las cantidades íntegras que se le demandan, a cambio de evitar la entrada en prisión, podría salir cara a la barranquillera, que llegó a acusar a la Fiscalía de “intransigente” y de utilizar “medios indebidos para presionar” a través de un comunicado. No obstante, las negociaciones continúan.

El presidente de la sala, José Manuel del Amo, ha propuesta a la cantante que, debido a que su residencia principal ahora se encuentra en Miami (Estados Unidos) y no en Barcelona, pueda asistir al juicio únicamente en la sesión en la que se fije su declaración y en la última jornada de la vista oral, en el que el acusado tiene derecho a pronunciar un alegato final en su defensa.

Desde abril, con el matrimonio con el futbolista de Gerard Piqué ya roto, Shakira está establecida en Miami con sus hijos de ocho y diez años, Sasha y Milán. La cantante tenía vía libre par alejarse de España y así lo hizo, poniendo más de 7.500 kilómetros de por medio. Más allá de la finalización de su relación y los problemas con el fisco español, la colombiana puso rumbo a los Estados Unidos para que su padre, William Mebarak, se tratase una delicada enfermedad, al contar el país norteamericano con más medios para el caso.