Europa está totalmente a favor de las interconexiones energéticas con la Península Ibérica de cara a asegurar el suministro de gas en los próximos meses. Así de claro lo han dejado el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y su homólogo alemán, el canciller Olaf Scholz, en la rueda de prensa posterior a la visita del líder del Ejecutivo nacional a Alemania. “No podemos permitir que España sea un cuello de botella. Eso es lo que tenemos que resolver, ya sea por Francia o por Italia”, ha asegurado Sánchez.

Relacionado Sánchez dice que si no se puede concretar el MidCat por Francia, apostará por el gasoducto con Italia

Ambos dirigentes han lanzado un mensaje de unión y solidaridad europea frente “el chantaje de Putin” y apuestan por aprovechar las interconexiones eléctricas y gasistas entre los Estados miembros, especialmente en el caso de la Península Ibérica. El presidente del Gobierno ha puesto en relieve que España concentra el 30% de la capacidad de regasificación de toda Europa, por lo que estaría en una situación privilegiada frente a la crisis energética europea derivada de la guerra de Ucrania.

Así, Sánchez ha apostado por enviar gas a Europa a pesar de la negativa de Francia para desarrollar el Midcat, un gasoducto que uniría Cataluña con Francia para asegurar el suministro energético. La opción B pasa por un gasoducto marino que conecte España con Italia, esquivando al país galo. “Si esas interconexiones no se desarrollan al ritmo adecuado, en la estrategia RePower EU también se traza otra interconectividad con Italia. La Península Ibérica está abierta a ayudar a todas”, ha defendido el líder del Gobierno español.

El diseño del Midcat ya se había planteado en reuniones anteriores, tal y como ha reconocido el presidente del Gobierno, pero no han llegado a cumplirse los objetivos propuestos. “Los objetivos no se han cumplido. Ahora mismo las interconexiones energéticas de la Península Ibérica con Europa están por debajo del 3%, muy lejos de los compromisos que asumimos todos con la Unión Europea”, critica Sánchez.

El gasoducto que uniría la Península Ibérica con el resto de Europa no solo serviría para asegurar el suministro de energía a día de hoy, sino que el objetivo de Sánchez -y de Bruselas- es utilizarlo para el transporte de hidrógeno verde en el futuro. El canciller alemán ha ratificado su apoyo a la creación del gasoducto como primer paso de un plan mayor: “La gran tarea es la creación de una gran red eléctrica en Europa y también gasista”.