El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, continuaba este jueves con su viaje a Brasil, donde ha compartido tiempo y conversaciones con su homólogo sudamericano, Lula da Silva. En su participación durante la inauguración del foro empresarial, el líder español ha aprovechado para sacar músculo económico y llamar a la inversión extranjera, poniendo en este caso el foco sobre Brasil, a desembarcar en la Península Ibérica. “La española es una economía abierta a las empresas extranjeras. Poseemos elementos estructurales que nos hacen un país especialmente atractivo”, ha trasladado.

La red de infraestructuras físicas y digitales; el recién renovado acuerdo para evitar la doble imposición internacional, uno de los “hitos más importantes de los últimos años” ha valorado; una de mano de obra muy cualificada y competitiva y los incentivos fiscales y reformas regulatorias han sido los elementos estructurales destacado por Sánchez para atraer a inversores. “Nos hacen un país especialmente atractivo”, ha asegurado. Para reforzar este argumentario, el presidente del Gobierno ha expuesto también los buenos datos económicos del país.

España y Brasil comparten muchas cosas”, ha introducido, pasando rápidamente a destacar que “una de ellas es la positiva evolución de nuestras economías”. Atendiendo a la española, esta lideró el avance de las economías avanzadas en el año 2023 con un progreso del Producto Interior Bruto (PIB) al 2,5%, “superando todas las expectativas de los organismos internacionales en un año muy complejo por la coyuntura internacional”. Además, las últimas previsiones apuntan que en 2024 y 2025 que España también va a crecer por encima de todos los socios europeos.

La buena marcha tras la rápida recuperación ha provocado que, en palabras de Sánchez, a su vez, “las cifras de inversión confirmen el atractivo de España para las empresas del exterior”. Según los últimos datos, en 2022, España se alzó como el sexto país del mundo en inversiones greenfield. Además, la economía ibérica también es puntera en inversiones extranjeras y es el segundo mayor inversor en Brasil, solo por detrás de Estados Unidos (EEUU). No obstante, este no es el aspecto que más une a ambos países.

Para el líder español, lo que une ambos países y, sobre todo, sus dos gobiernos es la lucha “contra el principal mal que está detrás de muchas de las desconfianzas que la sociedad tiene en la democracia y en los sistemas políticos democráticos”. Para Sánchez, este gran mal lo conforman “la desigualdad, la exclusión social, la pobreza” y combatir estos aspectos es “una meta irrenunciable y que tiene efectos muy positivos sobre la economía”.

Una apuesta clara por Brasil

La intervención de Sánchez ha estado llena de elogios a Brasil y su presidente, guion que ha seguido previamente Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa, que también ha sido parte del viaje. El líder de la cartera ha defendido maximizar el potencial de la relación económica y empresarial que existe entre España y Brasil, ya que puede suponer "enormes ganancias mutuas" de cara al futuro. Esta apuesta se hará "a través de todos los canales".

“Brasil es un país muy importante para España. Amigo en lo humano, aliado político y un socio en lo económico”, ha embellecido Sánchez. El encuentro empresarial celebrado estos días busca profundizar los lazos entre los tejidos empresariales de ambos países y las autoridades se han esforzado para que así sea. “Vemos a Brasil como un gran país que está superando las expectativas de crecimiento económico previstas por instituciones tan importantes como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”, ha celebrado el líder español.

Este progreso ha sido equiparado por Sánchez con la senda española y no ha querido quitar mérito a los ejecutivos que las han propiciado. “Para que algo así ocurra ha tenido un papel decisivo las políticas del Gobierno, me refiero a la nueva regla fiscal que ha fortalecido las cuentas públicas o a los ambiciosos programas para el desarrollo del crecimiento económico y social”, ha zanjado.

Brasil se encuentra en un momento "óptimo", ha destacado Cuerpo, no solo desde el punto de vista económico y comercial, sino también desde la perspectiva política y diplomática. "La colaboración y los lazos que nos unen son más estrechos que nunca, empezando, por supuesto, por nuestros presidentes. Esto se ha plasmado en un impulso de nuestra asociación estratégica, la firma de acuerdos importantes", ha sostenido. Como resultado, esta historia de profundización y refuerzo de los lazos que unen a ambos países va a tener, a juicio del ministro, "muchos más capítulos en los próximos años".