El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a insistir en la necesidad de utilizar los fondos europeos para acelerar el cambio en el tejido productivo de nuestro país, apostando por la digitalización de la economía y el fomento de políticas medioambientales con las que cumplir las demandas de la Unión Europea. Una petición que no es novedosa, y que no hace sino refrendar las promesas con Bruselas en el Plan Next Generation EU, así como con la sociedad en la Agenda 2030 y sus votantes en el pacto rubricado junto a Pablo Iglesias hace exactamente dos años. Sin embargo, el discurso con el que Sánchez se ha dirigido a inversores y empresarios en la clausura de la XII edición del foro financiero internacional 'Spain Investors Day' llega en un momento de debilidad, con la coalición en plena guerra por las palabras del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre las macrogranjas y la necesidad de apostar por la ganadería extensiva y de mayor calidad.

El líder del Ejecutivo ha decidido limitarse a hablar sobre las medidas ya adoptadas por el Consejo de Ministros, así como explicar las líneas maestras de la hoja de ruta a futuro que esconde la agenda reformista del Gobierno. Un trazo que se sustenta en cuatro pilares básicos: la digitalización de la economía, la cohesión social y territorial, la igualdad de género y la transición ecológica. “En su momento, los fondos sirvieron para ser referentes en infraestructuras como aeropuertos o redes de cercanías. Ahora servirán para impulsar la reindustrialización verde y digital, el cambio en el tejido productivo y en nuestro capital humano”, ha explicado el presidente, quien ha pormenorizado que nuestro país ya ha recibido 19.000 millones de los fondos europeos, recibirá 70.000 en el plazo 2022-2026 y los ampliará en 70.000 más con los préstamos que pedirá antes de 2023.

Unas cifras que no ha querido dejar pasar, agradeciendo a Europa ese paso adelante, “histórico y nunca visto”, que permitirá a España recibir una cantidad de dinero superior a la que había recibido en los últimos 34 años: “Las vacunas y las ayudas europeas provocarán que las economías recuperen su PIB previo a la pandemia en 2022. España está encabezando un crecimiento vigoroso. Estamos en tasas de crecimiento interanual superiores al 5%. De cara al 2022, la tasa de crecimiento será aún mayor: la tercera de la UE según las previsiones de los organismos competentes”, ha añadido, prometiendo, a su vez, que el Gobierno movilizará 17.000 millones más antes de julio.

La Unión Europea ha sido un pilar fundamental dando una respuesta radicalmente distinta a la de anteriores crisis. Tanto en la compra centralizada de vacunas como con la aprobación del gran Plan Marshall que representan los fondos europeos, que son una gran oportunidad para la modernización de nuestro país”, ha insistido el presidente, exponiendo que estas buenas vibraciones en el tejido empresarial de nuestro país ya son palpables en los datos de afiliación a la Seguridad Social. “Nunca antes habíamos tenido a tanta gente afiliada a la Seguridad Social, especialmente mujeres. Lo que quiero decir es que los datos han sido posibles gracias al apoyo de trabajadores, empresas y del Gobierno de España. Nuestra economía encara una senda de crecimiento sólido que permitirá que intensifiquemos nuestro programa y las ayudas públicas”, ha sostenido.

Modernización de la economía española

“No podemos salir de esta crisis por donde entramos”. Con esta frase, el presidente del Gobierno ha definido cuál ha de ser el camino a seguir en la modernización de la economía española que persiguen los fondos europeos. “Quisiera trasladar a los inversores que el compromiso del Gobierno de España con la transición ecológica es una realidad. Nuestra apuesta por las energías renovables es coherente con nuestro entorno”, ha explicado Sánchez, que se ha propuesto entre sus planes convertir en el medio plazo a España en un país exportador de energía sostenible. Además, el líder del Ejecutivo ha recordado algunas medidas ya adoptadas o pendientes de aprobación como el Plan Integral de Energía y Clima, la hoja de ruta del nitrógeno verde, la facilitación del autoconsumo, la subasta de las renovables o la Ley de Cadena Alimentaria..

“Debemos reindustrializar en verde nuestro país, convirtiéndonos en líderes europeos. Me tomo muy en serio cuáles son nuestras prioridades y una de las más importantes es la mitigación del cambio climático. Es uno de nuestros principales desafíos en los próximos diez años. Hablamos de un desafío de una extraordinaria gravedad y debemos acelerar la transformación de nuestra economía”, ha añadido.

En cuanto a la digitalización de la economía, Sánchez ha expuesto que nuestro país cuenta con una ventaja competitiva gracias a que es el territorio con una mayor red de fibra óptica y ha indicado que es la línea a seguir con medidas como la Ley de 5G, la Ley de Startups o la apuesta por la ciberseguridad. Leyes con las que fomentar la competitividad y “hacer que las empresas españolas escalen en su internacionalización”.

Unidad para aprobar la reforma laboral

Sacando pecho por el trabajo realizado en estos dos años de legislatura, Sánchez ha querido aprovechar su discurso frente a inversores y empresas, entre ellas 44 de las cotizadas españolas, para pedir a los actores políticos la misma altura de Estado que han demostrado los agentes sociales en las negociaciones para la nueva reforma laboral: “No es la reforma laboral que hubiese hecho este Gobierno, ni tampoco la que hubieran redactado ni la patronal ni los sindicatos, pero precisamente por eso es una buena reforma”.

Con esta frase, y haciendo gala de que el diálogo social es marca de este Gobierno, el presidente del Gobierno ha expresado que esta nueva reforma fortalecerá el tejido productivo acabando con la precarización de los empleos, fomentando el contrato indefinido y limando el desempleo juvenil y la temporalidad, dos problemas estructurales de nuestra economía. “Estoy convencido de que los actores políticos tendrán el mismo sentido de Estado que han mostrado los agentes sociales. Vivimos tiempos de cambios acelerados y complejos, pero quiero trasladar que una de las mayores lecciones que he aprendido es que no habrá un progreso individual sin uno colectivo. Debemos dignificar a nuestra sociedad con estabilidad laboral, pensiones dignas, seguridad jurídica y sueldos justos”.

Una reforma laboral que, además, deberá contar con un cambio en la formación que vendrá de la mano de la nueva Ley Educativa, así como de las nuevas normas que se aprobarán en la Formación Profesional y las Universidades: “La Ley de Educación cambiará el currículum de estudios de nuestros niños y mejorará las aptitudes del profesorado. Es muy importante la reforma estructural de la Ley de Formación Profesional y pronto traeremos una nueva Ley Universitaria y una Ley de Ciencia”.

La vacunación, la mejor medida económica

“Tenemos un horizonte totalmente diferente al del año pasado. Hace un año no teníamos a nadie vacunado, prácticamente, y ahora tenemos a un 92,5 de los mayores de 12 años con la pauta completa. En la primera semana de febrero queremos contar con el 70% de niños con al menos una dosis”, ha expuesto el presidente, añadiendo, además, que algo de lo que estar orgullosos es que en España no hay una corriente negacionista tan fuerte como la que se aprecia en los países de nuestro entorno.

“La variante ómicron es mucho más contagiosa, pero menos grave, especialmente por la vacunación de nuestro país. Los números indican una cierta estabilización de los contagios”, ha añadido, en línea con lo defendido el miércoles por la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Un diagnóstico, el del presidente, que nos permite, a su juicio, encabezar los trámites para prepararnos para una nueva fase de la lucha contra el Covid-19, pasando del estado actual a uno de endemia. “La vacuna ha sido la mejor medida económica. Desde el primer momento innovamos en la respuesta para proteger nuestro capital humano y productivo evitando daños permanentes. Sin este esfuerzo, el PIB habría caído un 20% y no un 10%”, ha sentenciado.