La vicepresidenta para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha dado marcha atrás a la medida que suponía limitar el precio de la luz en el mercado mayorista hasta los 180 euros/MWh. Así lo adelanta este lunes El Periódico de la Energía, tras anunciar la vicepresidenta hace una semana que estaba planteando esta opción junto con Portugal, ya que ambos países comparten mercado.
La idea de la vicepresidencia para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico era poner un límite del precio de la electricidad en el mercado mayorista en los 180 euros por megavatio hora, tras alcanzar máximos de 545 euros/MWh en las últimas semanas. Esta medida supondría que España y Portugal volverían al máximo legal anterior a la prohibición de limitar el precio en el mercado mayorista, por parte de la Unión Europea.
"Parecía una locura a la que nunca se llegaría y hoy está ampliamente superada" -aseguraba Ribera hace una semana, cuando presentó su propuesta en una entrevista en Onda Cero- “Es poco discutible que debe ser el tope máximo que debemos aceptar en nuestro mercado”. Según revelan fuentes del Gobierno a El Periódico de la Energía, esta idea ya estaría “totalmente descartada”. ElPlural.com se ha puesto en contacto con la vicepresidencia, sin obtener respuesta por el momento.
Así, se descarta que el Gobierno presente esta propuesta en la reunión del Consejo Europeo que se celebra esta semana en Bruselas para frenar el encarecimiento de los precios de la energía sobre los consumidores. Aunque por el momento no se conocen las medidas exactas que presentará el Ejecutivo en la reunión con sus colegas europeos, se prevé que una de las propuestas pase por desacoplar el precio del gas del de la electricidad.
Según El País, este cambio de postura se produce después de que Alemania, los Países Bajos y otros países del norte de Europa descarten rotundamente aceptar esta medida. La Comisión Europea tampoco parecía estar muy a favor de la medida, según este medio, mientras que otros países como Italia se centran en limitar el precio al que las centrales generan electricidad quemando gas natural.
