La caída de la demanda de vivienda no está consiguiendo reducir los precios y la llegada de 2024 agravará aún más la situación. El valor disparatado del suelo, aupado por la especulación inmobiliaria, y los tipos de interés hipotecarios en máximos históricos están impidiendo el acceso de la ciudadanía a la compra de un inmueble. Abocados al mercado del alquiler, miles de familias se ven obligadas a pagar rentas que se han incrementado hasta en un 100% en el corazón de barrios obreros y se repliegan a posiciones cada vez más lejanas de los núcleos urbanos.

La burbuja inmobiliaria continúa hinchándose y las familias aguardan a que los precios remitan y den una pequeña tregua. Sin embargo, a pocos días de que las uvas se cuenten por docenas, los analistas advierten de que el nuevo año no hará más que empeorar las cosas. La cifra de compraventas caerá entre un 5% y un 8% en 2024, pero los precios continuarán ascendiendo, entre un 1,5% y un 2,5%, según el estudio presentado por la inmobiliaria Solvia, que se muestra pesimista de cara a una pronta bajada de los inmuebles.

El mercado continúa bajo presión en un entorno de altos tipos de interés, lo que unido al impacto de la inflación ha dificultado la adquisición de una vivienda para muchos potenciales compradores” lamenta Ernesto Ferrer-Bonsoms, director de Negocio Real Estate de Solvia. De cara al próximo año, “la ligera reducción en las transacciones a la que estamos asistiendo no verá su reflejo en los precios ante esa falta de oferta, que en 2024 seguirán manteniéndose estables con avances similares a los de este ejercicio”, añade el analista, evidenciando que el problema de acceso a la vivienda estará más presente que nunca.

La agencia ha recopilado diversos datos que evidencian sus conclusiones. Durante el tercer trimestre de este año, la compraventa ha caído un 16,5%, comparación con el mismo periodo de 2022, y un 7,8% atendiendo a los tres meses precedentes. No obstante, el precio de la vivienda entre julio y septiembre ha aumentado un 0,8% interanualmente y tan solo ha retrocedido un 0,3% a nivel trimestral. El valor medio del metro cuadrado se sitúa en los 1.974 euros, pero se dispara por encima de los 2.000 en varios territorios.

El alquiler tampoco es una opción

Expulsados del mercado de la compraventa, las familias se estampan con el mercado del alquiler, que tampoco resulta una opción. Según el análisis de Solvia, este mercado continúa tensionado por la falta de oferta y una demanda fuerte, lo que se traduce en un incremento, aunque leve, de los precios. En el tercer trimestre del año, el precio del alquiler alcanzó los 12 euros por metro cuadrado, lo que supone un aumento del 0,8% respecto a los tres meses previos y un incremento del 6,2% respecto al mismo periodo del año pasado.

Las rentas más elevadas entre julio y septiembre se registran en la provincia de Barcelona, donde alcanzan los 17,5 euros por metro cuadrado de renta mensual. Además, los alquileres sobrepasan los 16 euros por metro cuadrado en las Islas Baleares y Madrid. En cambio, los precios más económicos se dan en Ciudad Real, Zamora y Jaén, donde un alquiler no alcanza los seis euros por metro cuadrado. La diferencia de precio entre las zonas más caras y las más baratas por un inmueble de 70 metros cuadrados asciende hasta los 800 euros mensuales.

Más de 200.000 euros de diferencia entre provincias

Guipúzcoa (3.529 euros), Baleares (3.388 euros) y Madrid (3.272 euros) son las tres provincias con el mayor coste por metro cuadrado, superando holgadamente los 3.000 euros. A continuación, aparecen Barcelona (2.824 euros), las dos provincias vascas restantes, Málaga, Girona y las dos provincias canarias. Por el contrario, los precios más bajos se registran en Ciudad Real (648 euros/m2), Cuenca (707 euros), Jaén (746 euros) y Badajoz (783 euros). Así la diferencia de comprarse una casa de 70 metros cuadrados en Guipúzcoa o Ciudad Real asciende a los 201.670 euros.

Evolución precios de la vivienda

Más allá de los valores absolutos, los precios se han elevado durante el tercer trimestre, último periodo del que existen datos disponibles, hasta en 30 provincias. Lejos de lo que podría imaginarse, la mayor alza lo ha sufrido Teruel, donde los precios se han incrementado un 17%. No obstante, reduciendo el foco a las ciudades, Madrid consolida su segunda posición como urbe más cara, solo superada por San Sebastián. Así, el precio medio de la vivienda en Madrid se situó en 3.744 €/m2, frente a los 3.665 €/m2 de Barcelona, la tercera en la lista.