El precio de la vivienda libre continúa creciendo y cierra el segundo trimestre del año con una variación anual del 3,6%. El avance es una décima mayor que en el trimestre anterior (3,5%), pero se mantiene casi cuatro puntos por debajo de la media registra en 2022 (7,4%). Los precios de la vivienda superan en más de dos puntos los registrados en los tres primeros meses del año (2,1%), tal y como evidencia el índice de Precios de Vivienda (IPV) publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Entre enero y junio el encarecimiento ha afectado en mayor medida a la vivienda nueva, que incrementa su precio en un 1,7%, que a la vivienda usada, que reduce su valor en una décima. Así, la tasa de variación anual sigue distanciando a los dos tipos de inmuebles y, mientras la vivienda nueva afronta un incremento anual del 7,7%, 4,1 puntos por encima de la media y valor más alto desde el mismo trimestre de 2022; la vivienda usada sitúa su índice siete décimas por debajo del IPV, en el 2,9%, el menor valor desde el segundo trimestre de 2021.

En comparación con el trimestre anterior, ambos tipos elevan sus precios siendo, en este caso, mayor el avance de la de segunda mano (2,2%) que de la nueva (1,7%). Los dos primeros trimestres del año reflejan aumentos y, obviando la excepción de los últimos tres meses de 2022, se acumulan más de ocho trimestres de encarecimientos, desde que retomase la senda ascendente con en el inicio de 2021.

Navarra y las ciudades autónomas disparadas

Em el segundo trimestre de 2023, todos los territorios presentan una evolución de los precios ascendente. No obstante, destacan cinco comunidades autónomas por encima de la media y las dos ciudades autónomas, que ocupan las primeras posiciones. Así, Ceuta (6,2%) y Melilla (6,1%) marcan las tasas anuales más altas, seguidas por la Comunidad Foral de Navarra (5,6%).  Por encima de la media aparecen también Cantabria (4,7%), Andalucía y Canarias (ambas con un 4,5%) y Madrid (4,1%).

En sentido opuesto, la Región de Murcia se destaca como la comunidad autónoma en la que menor tasa anual del IPV se presenta, con un 1,4%. A poca distancia, y todavía por debajo del 2%, aparece Extremadura (1,8%). De los 12 territorios por debajo de la media nacional se diferencian Castilla – La Mancha (2%), La Rioja (2,6%), Castilla y León (2,8%) y el Principado de Asturias (2,9%).

En comparación con el primer trimestre del año, la tabla se invierte y las mayores subidas se experimentan en Extremadura, Castilla La-Mancha y Andalucía, con incrementos del 3%, 2,9% y 2,7%, respectivamente. Castilla y León (2,4%), Comunidad Valenciana (2,3%), Melilla y Madrid (ambas con un 2,2%) se sitúan también por encima del encarecimiento intertrimestral medio (2,1%). Las menores tasas trimestrales se registran en Canarias y Comunidad Foral de Navarra, ambas con una progresión del del 1,1%, y País Vasco con un incremento de 1,5 puntos.

Madrid y Baleares marcan los precios más altos

A pesar de los incrementos en todo el país, los mayores precios por metro cuadrado registrados en el segundo trimestre siguen ubicándose en Madrid y Baleares. Así, en la comunidad que alberga la capital el precio de la vivienda de segunda mano se sitúa en 3.299 euros por metro cuadrado, seguida de cerca por el archipiélago balear (3.214 euro), País Vasco (2.943 euros) y Cataluña (2.474 euros). En sentido opuesto, los precios más bajos se registraron en Castilla - La Mancha (864 euros) y Extremadura (783 euros), únicas comunidades por debajo de los 1.000 euros por metro cuadrado.

Los datos del Colegio de Registradores ubican el precio medio de la vivienda a cierre de junio en los 1.979 euros el metro cuadrado, lo que supone un 1,12% más respecto al mismo trimestre de 2022 y un 3,1% más que en los tres primeros meses de 2023. Así, la compraventa de vivienda ha cerrado el segundo trimestre del año con un total de 151.93 operaciones registradas, lo que supone un descenso del 7,3% respecto al mismo trimestre del año anterior y un 5,6% menos intertrimestral, constatando la tendencia predominantemente descendente.

En datos desagregados, la vivienda nueva registró entre abril y junio 28.739 compraventas, lo que supone un 5,7% menos sobre el trimestre anterior, mientras que la vivienda usada registró 123.244 operaciones, con un descenso trimestral del 5,6%. La vivienda usada, por su precio y encarecimiento inferior, sigue siendo la opción más elegida ante la imposibilidad de acceder a inmuebles nuevos.