En una sociedad cada vez mas preocupada por la sostenibilidad, el medio ambiente y la creciente factura de la luz, todos los pequeños gestos cuentan. Los edificios suponen el 40% del consumo energético de la Unión Europea y más de la mitad de ellos proceden del consumo doméstico.

Hace algún tiempo el consumidor no se planteaba cuánta basura producía un día en su hogar, ni si la energía que usa diariamente proviene de fuentes renovables. Que la conciencia ambiental del consumidor está cambiando es un hecho. Esta inquietud es compartida también por las administraciones, por eso, reducir el consumo de energía de este sector se ha convertido en prioridad para la Unión Europea, que se ha comprometido a conseguir la neutralidad en carbono en 2050.

Las empresas energéticas llevan tiempo haciendo un esfuerzo por ayudar a sus clientes a ser más eficientes. La eficiencia energética, cada vez más presente, hace referencia a la capacidad de obtener los mejores resultados consumiendo la mínima energía posible. A través de pequeñas acciones se puede conseguir ser más eficientes energéticamente y reducir el impacto medioambiental.

Cada kilovatio cuenta

De acuerdo con Red Eléctrica de España (REE), el sector residencial supone un 25% del consumo total de electricidad en nuestro país. El consumo medio diario de un hogar español se sitúa en 9 kilovatios hora (kWh) y un coste diario de luz que ronda los 1,35 euros. Aproximadamente, esto significa un gasto eléctrico de unos 270 kWh/mes y unos 3.272 kWh/año.

Estas cifras suponen un impacto al bolsillo de 40,5 euros al mes y 486 euros al año, cifra que se incrementa en los domicilios donde existan varios convivientes. Sin embargo, con pequeños gestos se puede ahorrar una cantidad considerable de dinero en la factura de la luz.

Pequeños gestos que ayudan al bolsillo y al planeta

Con unos precios de la luz cada vez más disparados, es innegable la importancia que adquiere el tomar pequeñas medidas que ayuden a ahorrar en la factura. No obstante, el bolsillo no es lo único a lo que se ayuda, con pequeñas acciones cotidianas también se puede reducir el calentamiento global que asola el planeta.

Los electrodomésticos suponen más de la mitad del consumo energético en nuestros hogares. Por ello, destaca la importancia de adquirir electrodomésticos eficientes (con una etiqueta de eficiencia energética A+++) que reduzcan el consumo de luz.

La cocina junto con la iluminación y la calefacción, también se lleva una buena parte del consumo eléctrico en el hogar. Para reducir la energía que se utiliza en estas tareas se recomienda aprovechar el calor residual para cocinar, optar por una iluminación led, aprovechar la luz natural y aislando correctamente la vivienda para ahorrar en calefacción.

El conocido consumo silencioso o Standby se lleva casi el 6,6% del consumo eléctrico de las familias. Se puede ahorrar gran cantidad de energía desconectando los electrodomésticos (Televisiones, ordenadores, regletas…) cuando no se usen.

Autoconsumo para cuidar nuestro hogar, el planeta

La energía renovable lleva tiempo postulándose como la energía del futuro, abriendo la puerta a una nueva forma de consumir energía eléctrica. Su auge en los últimos tiempos se debe a que la instalación de las tecnologías que lo hacen posible resultan cada vez más asequibles y a que los trámites administrativos también son menores.

El autoconsumo eléctrico se produce cuando personas o empresas consumen la energía proveniente de instalaciones de producción próximas a las de consumo y asociadas a las mismas como paneles fotovoltaicos instalados en el hogar.

En esta línea Repsol y Telefónica lanzaron al mercado, el pasado junio, Solar360, compañía conjunta para desarrollar el negocio de autoconsumo fotovoltaico, ofreciendo soluciones integrales de autoconsumo a clientes particulares, comunidades de vecinos y empresas, tanto pymes como grandes compañías, mediante la instalación de paneles solares.

Tecnología y medioambiente: un tándem perfecto

El desarrollo tecnológico no se encuentra en absoluto reñido con el compromiso medioambiental. Las energéticas son conscientes de la importancia del nuevo rol participativo del consumidor, que resulta esencial para la lucha contra el cambio climático.

Atendiendo a la preocupación del consumidor a este respecto y comprometidos con la lucha, el sector se está modernizando y mejorando sus recursos con el apoyo del Big Data y la Inteligencia Artificial.

Las nuevas tecnologías que se están implementando permiten crear un canal de comunicación directa con el usuario y realizan recomendaciones de consumo eficiente, ayudando a llevar a cabo esos pequeños gestos para cuidar el planeta.

Dentro del mercado, se pueden encontrar aplicaciones como Repsol Vivit que permiten consultar los consumos por día y hora sin esperar a la factura. Esta app podrá enviar recomendaciones de ahorro energético para utilizar los electrodomésticos de forma eficiente y alertará en caso de que se detecte un consumo excesivo de alguno de ellos.

El objetivo que persigue el lanzamiento de esta aplicación es que el usuario, sin salir de su móvil pueda conocer la evolución de su consumo energético además recibir recomendaciones para ahorrar energía y cambiar así sus hábitos de consumo. Repsol Vivit también tendrá espacio para el autoconsumo, para quienes pueden instalar paneles solares en sus tejados.

El desarrollo tecnológico y la transición energética resultan cada vez más compañeros inseparables, ya solo hace falta un teléfono móvil para contribuir a la transición energética desde casa, porque ahora más que nunca, el planeta está, literalmente, en nuestras manos.