El precio del petróleo experimentó este viernes un fuerte repunte tras la ofensiva aérea lanzada por Israel sobre territorio iraní, lo que ha generado una nueva ola de incertidumbre en los mercados energéticos internacionales. En las primeras horas del día, el barril de crudo llegó a encarecerse más de un 13%, alcanzando niveles no vistos desde enero de este año.

En concreto, el crudo Brent, referencia para Europa, llegó a cotizarse en 78,53 dólares por barril, tras un alza del 13,22%. Por su parte, el West Texas Intermediate (WTI), indicador clave en el mercado estadounidense, tocó los 77,58 dólares, marcando un avance de casi el 14%.

Sin embargo, con el paso de las horas, los precios comenzaron a moderarse. El Brent terminó limitando su subida al 7,4%, cerrando en 74,49 dólares, un valor similar al registrado el pasado 2 de abril, coincidiendo con la jornada conocida como el 'Día de la Liberación' de Donald Trump. Por su parte, el WTI finalizó con un aumento del 7,11%, situándose en 72,89 dólares por barril.

Según Warren Patterson, jefe de estrategia de materias primas en ING Research, este ataque israelí representa una escalada importante en las tensiones regionales, y es probable que desencadene una respuesta por parte de Irán. Esta situación, advierte, podría elevar considerablemente la incertidumbre en los mercados energéticos y aumentar el riesgo de disrupciones en el suministro.

Irán, que produce aproximadamente 3,3 millones de barriles de crudo al día y exporta cerca de 1,7 millones, desempeña un papel clave en el equilibrio energético global. En caso de un agravamiento del conflicto, no sería difícil imaginar una interrupción significativa en su capacidad de exportación.

El impacto sobre el mercado petrolero dependerá del tipo de infraestructuras afectadas. Si las alteraciones alcanzan los activos "upstream" (extracción) o "midstream" (transporte y almacenamiento), el efecto sería mucho más profundo que si se limita a instalaciones "downstream" (refino y distribución), subraya Patterson. En el peor de los casos, hasta 1,7 millones de barriles diarios podrían quedar fuera del mercado global.

"Una interrupción de esta magnitud podría transformar el actual superávit previsto para el segundo semestre del año en un déficit", explicó el analista, quien añadió que este nuevo escenario forzaría a los mercados a revisar al alza las previsiones de precios. Bajo esas condiciones, el Brent podría escalar rápidamente hasta los 80 dólares por barril, aunque a medio plazo podría estabilizarse en torno a los 75.

Más allá de la producción iraní, Patterson también alertó sobre el riesgo que supone un posible cierre del estrecho de Ormuz, un paso marítimo clave por el que circula cerca del 20% del petróleo mundial. “Una interrupción significativa en ese corredor sería suficiente para llevar el precio del barril hasta los 120 dólares”, apuntó. Si la tensión se prolonga y el tránsito se ve afectado de manera sostenida, el mercado podría incluso enfrentarse a precios históricos, superando el récord de casi 150 dólares registrado en 2008.

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio