La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) ha lanzado su paquete de propuestas para el Gobierno que resulte del proceso de consultar. Congelar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), aprobar una rebaja en materia fiscal y repensar el sistema de revalorización de las pensiones son algunas de las principales ideas de la patronal. La flexibilidad laboral es la máxima defendida por los empresarios, totalmente contraria a lo defendido por el Gobierno de coalición.

Considera Cepyme que un salario de 1.080 euros mensuales es suficiente, incluso demasiado, si atendemos a que se posicionaron en contra de elevarlo hasta esta cantidad. Por ese motivo, han pedido el “cese” de la “rápida tendencia alcista” en materia salarial de los que menos cobran. La Carta Social Europea recomienda que el SMI se sitúa en el 60% del salario media nacional, pero a la patronal ruega no hacerlo con el argumento de que “no se cumple en ningún país europeo".

Lo cierto es que siete países de la Unión Europea (UE) tienen un SMI más alto que España y todas las economías con esta figura, a excepción de Grecia, han elevado su cuantía para compensar el avance de la inflación. No obstante, a ojos de la patronal, a meta del 60% "pasó por alto la realidad económica y empresarial de España", de modo que el salario mínimo "excede largamente esa proporción en muchas provincias".

Contra la reforma de las pensiones

La reforma de las pensiones, acordada entre el Ejecutivo, los sindicatos y Bruselas, tampoco gusta a Cepyme, que ha llamado a repensar el sistema. La norma contempla una revalorización de las pensiones conforme al IPC, la introducción de un nuevo mecanismo de sostenibilidad, una subida de las pensiones mínimas, una cuota de solidaridad a los que más cobran y el destope de las bases de cotización y las pensiones máximas, entre otras cosas. No obstante, la patronal asegura que el incremento de las cotizaciones la "única herramienta" para corregir el desequilibrio existente entre ingresos y gastos del sistema de pensiones.

Por el contrario, proponen dotar de atractivo al sistema de ahorro complementario (privado) y protestan por el incremento de los costes laborales. Cepyme augura que los tipos de cotización se incrementarán de forma constante en los próximos años debido al Mecanismo de Equilibrio Intergeneracional (MEI), que sustituye el factor de sostenibilidad del PP, que topó la subida de las pensiones al 0,25%; y a la cuota de solidaridad, que se aplica a la parte del salario que no cotizaba anteriormente, por superar el tope máximo de cotización, y que será del 1% en 2025 e irá aumentando a un ritmo de 0,25 puntos por año hasta llegar al 6% en 2045.

Bajadas de impuestos

La reducción de impuestos completa el trío de Cepyme. Una vez más, la patronal ha protestado por una “importante carga” en materia de cotizaciones, asegurando que esta “desincentiva la contratación” y acarrea un “aumento de los costes laborales”. La patronal apunta que el país lidera la presión tributaria sobre el patrimonio e invita a fijarse en los territorios con poca carga fiscal. "Resulta clave que España preste atención a los países de su entorno y especialmente aquellos con sistemas fiscales menos gravoso, a la sombra de un gasto público contenido y eficiente", agrega el texto.

Cepyme aboga por reducir la presión fiscal y promover el ahorro, así como disminuir las cotizaciones sociales, eliminar impuestos que no existan o sean minoritarios en el entorno europeo, evitar que la fiscalidad obstaculice los movimientos de capitales, y limitar la implantación de nuevos tributos medioambientales y establecer un marco fiscal común en este ámbito para todas las CCAA.

Lo cierto es que, atendiendo a conjunto de la presión fiscal de los países de la OCDE, España se mantiene muy lejos de los países vecinos. La presión española se sitúa en el 38,4% del Producto Interior Bruto (PIB), lejos del 46,9% de Dinamarca, el 45,1% francés, el 43,5% italiano o el 39,5% de Alemania.

Aumento del tamaño empresarial

La apuesta de Cepyme busca también elevar el tamaño medio de la empresa española hasta igualarlo con el promedio europeo. Según sus datos, esto permitiría engrosar el PIB del país en un 5,5% y crear más de 1,3 millones de empleos, además de generar recursos tributarios que contribuyan a la reducción del déficit fiscal sin aumento la presión tributaria.

Para este propósito, la patronal sugiere una mayor flexibilidad de los escalones regulatorios, que se fomenten fiscalmente las fusiones y adquisiciones y se simplifiquen los criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) que, a juicio de Cepyme, "sobrecargan de burocracia a las pymes".