El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, se ha dirigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y le ha pedido que lidere un gran pacto de responsabilidad entre empresas y sindicatos para "repartir equitativamente" los costes de la crisis. De esta manera, el presidente de la patronal catalana insta al Gobierno a recuperar las negociaciones del pacto de rentas, sentando a sindicatos y patronal en la mesa de negociación.

Llibre ha pedido esto al Ejecutivo por la subida de la inflación, que alcanza ya las dos cifras (10,2%), y ha alertado de que la situación actual no es un huracán económico, sino "una emergencia económica nacional". "Estamos en una situación política complicada y esto necesita un liderazgo fuerte, profundo y valiente", ha señalado. Por ello, ha reclamado a Sánchez que llame a empresarios y sindicatos y lidere este pacto que ha definido como de responsabilidad y solidaridad.

Sin embargo, en lo relativo a la subida de los salarios por el aumento del IPC, ha asegurado que a los empresarios les "gustaría" poder indexar los salarios a la inflación, pero ha lamentado que hay muchas empresas, especialmente pymes, que están trabajando a pérdidas, haciendo sacrificios y manteniendo los puestos de trabajo. Sin embargo, los sindicatos no coinciden con estas declaraciones.

Pepe Álvarez (UGT) acusa a las empresas de tener beneficios extraordinarios

Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha coincidido en que “es el momento de un pacto de rentas”, pero ha señalado que “el Gobierno tiene que saber y querer negociarlo con los agentes sociales”. Además, Álvarez ha destacado que “un pacto de rentas tiene que controlar los beneficios de las empresas, que están absolutamente disparados” porque “hay mala praxis. Solo hay que ver lo que han subido los carburantes en España. Hay una exageración en la subida de los precios en nuestro país”.

En una manifestación en la ciudad asturiana de Avilés, en la que los trabajadores pretenden evitar los despidos de Saint Gobain, el secretario general ha negado que la subida de los salarios suponga una espirar inflacionista o de segunda ronda. “Es una absoluta tontería, la no subida de los salarios lo que hace es que muchas personas no puedan llegar a fin de mes, que cada día los más pobres sean más pobres. Los salarios, en ningún caso, son los que aumentan los precios”, ha sentenciado.