Javier Milei cumple un mes en la presidencia de Argentina y este jueves recibirá el primer dato de inflación. El neoliberal prometió reducir la inflación sin subir impuestos y, por el momento, ya ha incumplido lo referido a los gravámenes. En apenas dos días, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicará el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre y confirmará que tampoco está consiguiendo otra de sus grandes promesas, elevando la inflación con la que el país latinoamericano cerrará el año hasta el entorno del 200% después de incrementarse aproximadamente en 30 puntos en tan solo un mes.

La persecución de los trabajadores, el recorte de derechos, la prohibición de manifestarse y desarrollar huelgas laborales es el rastro que ha dejado Milei en escasos treinta días. El delirio del extremista va más allá y la Justicia argentina se ha visto obligada a frenar un paquete de medidas laborales que contemplaba que las empresas puedan pagar en carne y leche a sus trabajadores, la privatización de las empresas públicas o la liberalización de los alquileres, entre otros muchos despropósitos que evidencian el verdadero perfil neoliberal.

Además, todo esto ni siquiera servirá para nada más que enriquecer a las grandes empresas privadas. La inflación continuará disparada y se estima que pueda rozar el 400% al finalizar el primer trimestre del año, aunque previsiblemente Milei culpará al Gobierno precedente y acudirá a un médium a buscar una explicación. El IPC argentino se encontraba en el 160,9% en noviembre, pero la dolarización y devaluación de la moneda nacional, unida al desarme de los precios justos, ha disparado aún más los precios de la vida.

“El dato final de diciembre va a mostrar que Argentina tuvo más de 200% de inflación”, ha afirmado el recientemente elegido presidente, que ha decidido ir buscando excusas antes de que se conozca el dato, a la par que asegura que su equipo está desarrollando “un laburo fenomenal”.  Mientras, su pueblo se encuentra haciendo colas kilométricas para obtener gas y escenas como las vividas en la provincia de Corrientes evidencian el avance de la pobreza de un pueblo que no puede permitirse ni lo mínimo para cocinar o calentarse.

Sin embargo, y pese a todo, los gurús económicos que esperaban la llegada del ‘loco’ han escondido la cabeza y los editoriales de medios conservadores, que siempre se preocupan por la falta de papel higiénico en algún país de Latinoamérica gobernado por la izquierda justo en los momentos previos a unas elecciones, se mantienen callados. Algunos si se pronuncian al respecto, prometiendo que a la larga las medidas serán beneficiosas, obviando el ‘para quién’ del que los trabajadores argentinos ya conocen la respuesta.

“Yo hice lo que tengo que hacer. Yo mandé el programa de ajuste, un programa de shock, bien ortodoxo, con un ajuste fiscal, con un saneamiento del Banco Central y con un sinceramiento cambiario. Ahora esperamos la respuesta de la política”, asegura Milei con respecto a su Ley Ómnibus y a su macrodecreto, pero lo cierto es que solo está consiguiendo empobrecer más a los trabajadores.

350 medidas para vender argentina

“El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que estamos presentando tiene por fin comenzar el proceso de desregulación económica que la Argentina tanto necesita para poder comenzar a crecer”, vendía Milei hace apenas unas semanas, en el momento de la presentación del paquete de medidas destinado a los “argentinos de bien”. "Hoy es un día histórico para nuestro país”, aseguraba. Y no se equivocaba. Pocas veces se ve una horda de votantes arrepentida tan pronto y el DNU recoge múltiples razones para ello:

  1. Derogación de la Ley de Alquileres
  2. Derogación de la Ley de Abastecimiento
  3. Derogación de la Ley de Góndolas
  4. Derogación de la Ley del Compre Nacional
  5. Derogación del Observatorio de Precios del Ministerio de Economía
  6. Derogación de la Ley de Promoción Industrial.
  7. Derogación de la Ley de Promoción Comercial.
  8. Derogación de la normativa que impide la privatización de las empresas públicas.
  9. Derogación del régimen de sociedades del Estado.
  10. Transformación de todas las empresas del Estado en sociedades anónimas para su posterior privatización.
  11. Modernización del régimen laboral para facilitar el proceso de generación de empleo genuino.
  12. Reforma del Código Aduanero para facilitar el comercio internacional.
  13. Derogación de la Ley de Tierras para promover las inversiones.
  14. Modificación de la Ley de Manejo del Fuego.
  15. Derogación de las obligaciones que los ingenios azucareros tienen en materia de producción azucarera.
  16. Liberación del régimen jurídico aplicable al sector vitivinícola.
  17. Derogación del sistema nacional del comercio minero y del Banco de Información Minera.
  18. Autorización para la cesión del paquete accionario total o parcial de Aerolíneas Argentinas.
  19. Implementación de la política de cielos abiertos.
  20. Modificación del Código Civil y Comercial para reforzar el principio de libertad contractual entre las partes.
  21. Modificación del Código Civil y Comercial para garantizar que las obligaciones contraídas en moneda extranjera deban ser canceladas en la moneda pactada.
  22. Modificación al marco regulatorio de la medicina prepaga y las obras sociales.
  23. Eliminación de las restricciones de precios a la industria prepaga.
  24. Incorporación de las empresas de medicina prepaga al régimen de obras sociales.
  25. Establecimiento de la receta electrónica para agilizar el servicio y minimizar costos.
  26. Modificaciones al régimen de empresas farmacéuticas para fomentar la competencia y reducir costos.
  27. Modificación de la Ley de Sociedades para que los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas si así lo quisieran.
  28. Desregulación de los servicios de internet satelital.
  29. Desregulación del sector turístico eliminando el monopolio de las agencias de turismo.
  30. Incorporación de herramientas digitales para trámites de los registros automotores.