La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo de Argentina ha suspendido cautelarmente la reforma laboral del decreto de necesidad y urgencia (DNU), que suscribió el presidente argentino, Javier Milei, y que supuso una considerable desregulación de la economía del país hasta el punto de poner en peligro un buen número de derechos de los trabajadores y de significar el retroceso en algunas de las conquistas más básicas de la historia en materia de dignidad laboral.

Una reforma laboral que había entrado en vigor el 29 de diciembre. La misma semana, la Confederación Nacional del Trabajo (CGT), llevó a cabo una movilización contra el macrodecreto de 350 medidas e imploró al poder judicial que le parase los pies al recién electo mandatario anarcocapitalista. Y así ha sido, después de que la citada Cámara haya decretado la suspensión cautelar de las medidas.

Las reformas desreguladoras de Milei

Al filo del año, Milei y su Ejecutivo ponían en marcha una batería de medidas para liberalizar al máximo la economía del país. 350 políticas con un objetivo común: reducir el gasto público y el déficit fiscal, con una apuesta ciega por la competitividad del más salvaje libre mercado como modelo en las antípodas de cualquier mínima regulación estatal.

Una de las medidas más llamativas de las anunciadas, y que supone un flagrante retroceso en uno de los pilares más interiorizados de las sociedades modernas, como es que los trabajadores ganen dinero por su trabajo, es la que permitirá que los contratos que se firmen puedan conllevar el salario en cualquier tipo de moneda e incluso en especies, como, por ejemplo, carne, litros de leche y otras divisas sin curso legal en el país.

Esta rocambolesca medida, que hace regresar al país patagónico a los tiempos del trueque, fue confirmada por la ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, en un mensaje publicado en la red social X, antes Twitter. "Ratificamos y confirmamos que en Argentina se podrán pactar contratos en Bitcoin", ha publicado la economista en un primer mensaje en el que deja claro que las criptomonedas y otras divisas, tengan curso legal en Argentina o no, podrán servir como sueldo: dólares, yuanes chinos, dongs vietnamitas, euros... hasta donde llegue la imaginación

Aunque la desregulación completa de los salarios es la medida que más llamó la atención de la recién estrenada administración del ultraliberal, evidentemente no fue la única que supondría nuevos problemas para la clase trabajadora argentina. En concreto, el decretazo de 350 medidas aboga por la privatización de empresas públicas, la eliminación de derechos laborales, la desregulación de los alquileres e incluso, la persecución y sanción económica a aquellas personas que dedican manifestarse pacíficamente.

En cuanto al déficit fiscal, principal fantasma a batir en Argentina, Milei ha aplicado una fórmula que conocemos de primera mano en España: el déficit lo paga el pueblo y las empresas se benefician de la crisis, con medidas como las expuestas. Pagar a un trabajador en leche siempre será más barato para la empresa que ofrecerle un sueldo digno. 

"El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que estamos presentando hoy tiene por fin comenzar el proceso de desregulación económica que la Argentina tanto necesita para poder comenzar a crecer", argumentó el presidente en la televisión argentina, en una intervención en la que relató 30 de las 350 medidas que entrarían en vigor sin ser sometidas a votación alguna en la Cámara nacional.

Ahora, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo ha procedido a la suspensión cautelar de este decreto, después de las protestas por las graves consecuencias que puede acarrear el mismo, y no hay fecha de retorno para su reaplicación, ni conocimiento al respecto de las medidas que se tomarán desde el Ejecutivo argentino en sustitución.