El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, ha negado que el alza del salario mínimo interprofesional (SMI) haya destruido empleo. De hecho, la subida del 22% hasta los 900 euros ha sido “una operación muy positiva”. En esta primera evaluación del Gobierno, solicitada por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), existen 1.693.889 trabajadores cerca del salario mínimo. Es decir, 87.250 trabajadores más que hace un año.

En esta línea, Octavio Granado asegura que "no parece que exista un gran impacto por el número de personas afectadas por la subida. Es un impacto similar al que hubiera tenido una subida menor. No somos capaces de dectectar que la subida se haya traducido en una destrucción de empleo".

Además de más perceptores del salario mínimo, también ha subido la base media de cotización, desde los 728,9 euros al mes hasta los 834,9 euros mensuales. Esto supone una mejora de 106 euros en sus aportaciones a la Seguridad Social y tendrá como consecuencia un crecimiento de las prestaciones.

Las empleadas del hogar y el sector agrario, los principales perjudicados

Por su parte, Granado sí que ha admitido algunos impactos negativos o irregularidades en la aplicación del aumento como son los casos de las empleadas del hogar o el sector agrario. En el primer caso, la disminución de casi 14.000 trabajadoras en el registro de la Seguridad Social está relacionada en cierto modo con el aumento del SMI.

Ante esto, el número dos del Ministerio de Trabajo ha explicado que estas trabajadoras no han desaparecido del mercado de trabajo, sino que han pasado a desempeñar mejores empleos y han sido “sustituidas por personas en situación irregular, eso lo sabe todo el mundo”.

El responsable asegura que esta situación no se puede controlar y tampoco considera que haya que regularizarla. "En estos momentos los problemas de la economía española no apuntan a que se necesite una nueva regularización de inmigrantes, hay que convivir con esa nueva realidad", ha explicado Granado.

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Por otro lado, la disminución en el número de horas declaradas por las empresas del sector agrario es otro de los impactos negativos de la subida del salario mínimo. El número dos del Ministerio de Trabajo ha admitido que en muchas de estas empresas "ha habido cierta tentación de enmascarar el impacto del salario mínimo, declarando menos horas de los trabajadores".

Así, ha asegurado que la mejora salarial de los afectados por esta maniobra se habría recortado al 12%, 13% o 14%. Desde la Seguridad Social aseguran que han pedido a la Dirección de la Tesorería General que investiguen esta práctica fraudulenta en el sector agrario.