El Banco de España alaba la gestión de la crisis económica derivada de la guerra de Ucrania. El organismo afirma que las medidas de apoyo aprobadas durante el 2022 tuvieron un positivo impacto sobre la tasa de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) y sobre la presión inflacionista. Según los estudios de la institución, las citadas medidas ayudaron a reducir el IPC en 2,3 puntos porcentuales y aumentar el PIB en 1,1%.

Así lo ha asegurado Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España con motivo de la presentación del Capítulo 4 del Informe Anual 2022, relativo a la energía. Gavilán ha desgranado el impacto de las medidas puestas en marcha a lo largo del pasado ejercicio para hacer frente a la crisis económica y energética tras el estallido de la guerra de Ucrania.

De acuerdo con el director general de Economía de la institución, durante los últimos trimestres la apuesta de las autoridades europeas y la notable capacidad de adaptación de las economías del euro, han permitido eludir escenarios potencialmente alarmantes a nivel económico.

España, el ejemplo de Europa

La institución ha destacado especialmente la gestión del Ejecutivo español que ha conseguido sortear, en gran medida, los efectos de la crisis, gracias al despliegue del escudo social y de varios paquetes de medidas que han conseguido amortiguar las consecuencias económicas derivadas del conflicto en el seno de hogares y empresas, especialmente ante el alza de precios protagonizados por la energía.

Gavilán ha destacado especialmente el papel del ‘mecanismo ibérico’, medida trasladada al seno de la UE. También ha celebrado el positivo impacto de la bonificación de los carburantes o la reducción del 10% al 5% del IVA de la luz. Además, el exitoso tope al gas se prolongará hasta el próximo 31 de diciembre de 2023 tras un acuerdo entre los gobiernos español y portugués con la Comisión Europea.

En total, el impacto de las medidas de apoyo contra la crisis energética habría sido de 1,1 puntos porcentuales sobre la tasa de crecimiento del PIB y un recorte de 2,3 puntos sobre la inflación, de acuerdo con las estimaciones del organismo que encabeza Pablo Hernández de Cos.

El año pasado, la llamada 'solución ibérica' recortó la inflación en torno a medio punto, según las estimaciones del organismo. "La tasa de inflación hubiera sido medio punto más alta si no se hubiera desplegado el mecanismo ibérico", ha apuntado Ángel Gavilán. Eso sí, el director general del Banco de España ha aclarado que en los últimos meses este mecanismo no está activo, en la medida en la que los precios del gas se han reducido de forma muy acusada.

La inflación en España, mejor que en el resto de Europa

En términos generales, el comportamiento de la actividad en España durante los últimos trimestres ha sido relativamente similar al observado en las principales economías europeas. Sin embargo, las dinámicas de la inflación en España y en el resto de Europa han sido algo distintas, con una desaceleración más rápida de la inflación general en el país.

Esto sería el reflejo de múltiples factores. Entre ellos, el Banco de España señala el hecho de que la traslación de los precios mayoristas de la electricidad a los precios minoristas sea más rápida e intensa en España. También resalta las medidas desplegadas y, en particular, el 'mecanismo ibérico', que habría tenido una notable incidencia a la baja sobre la inflación durante 2022, como ya se ha indicado.

La ayuda de 200 euros con millones de beneficiados

Tal y como se desprende del informe del Banco de España, el impacto de la crisis energéticas y de precios sobre los hogares españoles, viene condicionada por diversos factores. Entre ellos, destacan la exposición de las familias a los bienes energéticos que han sufrido un encarecimiento, su capacidad para reducir el consumo de estos y el efecto de las medidas desplegadas por las autoridades.

De acuerdo con la institución, la exposición de las familias españolas al encarecimiento de la energía es especialmente alarmante entre los hogares con restas más bajas o consumidores vulnerables. os hogares con gasto energético desproporcionado se sitúan en su mayoría en los tramos inferiores de la distribución de la renta y dedican una mayor proporción de su renta al gasto en bienes de primera necesidad.

En el caso de la ayuda de 200 euros destinada a los hogares con bajo nivel de renta y riqueza aprobada a finales del año pasado, las estimaciones realizadas apuntan a que podría beneficiar aproximadamente a 3,6 millones de hogares españoles, de los que un 51% presentarían un gasto energético desproporcionado. En cualquier caso, se estima que podrían acceder a esta ayuda en torno a la mitad de los hogares situados en el 40% inferior de la distribución de la renta.

Algunas decisiones adoptadas por las autoridades también han condicionado el impacto de la crisis energética sobre los hogares españoles en los últimos trimestres. En este sentido, aunque se ha documentado que las familias de rentas más bajas estaban, más expuestas que el resto de los hogares al encarecimiento de la energía, distintas medidas aprobadas por las autoridades habrían mitigado, al menos parcialmente, ese mayor impacto adverso inicial.

El alza del SMI y la reforma del sistema de pensiones

Entre las medidas aprobadas desde el Ejecutivo, el informe destaca, de forma especial, los aumentos aprobados en 2022 para el salario mínimo interprofesional (SMI) y la reforma de las pensiones que aumentan su cuantía.

Por su parte, las rebajas del IVA de la electricidad, del gas y de los alimentos habrían supuesto ahorros fiscales relativos a su gasto total mayores en los hogares de renta baja, si bien la bonificación a los carburantes habría supuesto ahorros relativos mayores para los hogares de renta alta.

Las medidas amortiguan el coste energético para las empresas

De acuerdo con el informe, las diferencias en la intensidad energética habrían condicionado de forma decisiva el impacto de la crisis sobre los distintos sectores y empresas de la economía española y su reacción a esta. En términos generales, las empresas de menor tamaño y menos productivas mostraron una mayor vulnerabilidad ante el aumento de los costes energéticos

En 2022 el aumento medio de los costes energéticos para las empresas españolas fue algo superior al 30%, pudiendo haber sido mayor en ausencia de medidas, aunque este incremento fue significativamente mayor, en términos generales, para las empresas de las ramas industriales y para aquellas cuya fuente principal de energía era el gas.

Para intentar reducir su gasto energético, las empresas trataron, principalmente, de renegociar sus contratos de suministro --el 46% de las empresas encuestadas-- y de aumentar su eficiencia energética --el 40% del total--.