El Consejo de Ministros prevé aprobar este martes un plan para el mercado del alquiler que contempla una línea de microcréditos avalados por el Estado, ayudas directas y la suspensión de desahucios durante seis meses una vez acabe el estado de alarma en determinados supuestos, con una movilización de recursos esperada de unos 700 millones de euros.

También podría ver la luz un aplazamiento de los pagos de cotizaciones a la Seguridad Social para el colectivo de autónomos y una parte de las pymes, que podría ser de seis meses, así como una prestación extraordinaria para colectivos vulnerables, como el de las empleadas del hogar, como parte del plan de choque para mitigar los impactos del COVID-19.

La moratoria de cotizaciones se estudiará en el Consejo de Ministros de este martes y podría aprobarse incluso con carácter de urgencia, según han confirmado en fuentes gubernamentales, que apuntan que se están estudiando diversas medidas para mitigar el impacto del COVID-19.

El aplazamiento de cuotas ha obtenido el visto bueno del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, y ahora el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se encarga de su articulación.

Las principales organizaciones de autónomos, ATA, UPTA y Uatae, que habían enviado una carta conjunta al Gobierno reclamando la medida, han celebrado la decisión. El presidente de ATA, Lorenzo Amor, ha felicitado en un tuit a los autónomos que se han sumado a la petición de aplazar cuotas, al ser "muy coherente" porque "sin ingresos no se puede pagar las cuotas", aunque ha dicho temer que la cuota de marzo se cobrará.

Asimismo, el presidente de UPTA, Eduardo Abad, ha celebrado la decisión en otro mensaje que "solo la negociación, el diálogo y el trabajo son capaces de cambiar las cosas", al tiempo que la secretaria general de Uatae, María José Landaburu, ha subrayado que "será un gran alivio para los trabajadores autónomos, conquistado gracias a su empeño".

El Gobierno ya estableció hace dos semanas una prestación extraordinaria, distinta al cese de actividad ordinario, a la que pueden acogerse aquellos autónomos que hayan cerrado sus negocios por la crisis sanitaria o cuya facturación en el mes anterior al que se solicita se vea reducida, al menos, en un 75% en relación con el promedio de facturación del semestre anterior.

Dicha prestación es incompatible con cualquier otra de la Seguridad Social y tiene una cuantía del 70% de la base reguladora, con una duración de un mes, pudiéndose ampliar hasta el último día del mes en el que finalice el estado de alarma.

Además, el tiempo de su percepción se entiende como cotizado y no reduce los períodos de prestación por cese de actividad a los que el beneficiario pueda tener derecho en el futuro. Esta prestación también la pueden solicitar los profesionales autónomos con trabajadores a su cargo. En este caso, pueden tramitar un ERTE y, al mismo tiempo, acceder a esta prestación extraordinaria.