“El Gobierno ha estado a la altura. Desde luego las competencias en materia sanitaria las tienen las comunidades autónomas”. Así de tajante fue Reyes Matoro, ministra de Industria, Comercio y Turismo y candidata a la alcaldía de Madrid, el pasado jueves. No obstante, según la última comparativa de Eurostat, España está por debajo de la media europea en gasto sanitario por habitante: en la Unión Europea es de 2.394 euros, mientras que en nuestro país se queda en 1.804 euros. No obstante, a pesar de que la cifra española es baja respecto al resto de Europa, es muy superior a la de su capital: el gasto sanitario por cada madrileño, de 2022, ha sido de 1.284 euros, siendo entonces Madrid la comunidad autónoma que menos ha invertido en gasto sanitario per cápita en 2022 de toda España.

La Comunidad de Madrid destinó en 2022 un 33,71% de su presupuesto a la sanidad, siendo la comunidad autónoma gobernada por el PP que menos proporción de su partida presupuestaria dedica a este aspecto. Así, el porcentaje madrileño sigue sin ser suficiente para solucionar los problemas sanitarios presentes en la capital y ha llevado a los sanitarios a encadenar huelgas y protagonizar multitudinarias manifestaciones.

Como señalan los datos del Ministerio de Sanidad, hay un 25% más de pacientes en lista de espera que hace tres años, un porcentaje que se incrementa aún más en determinadas comunidades, como Madrid. La presidenta de la capital, Isabel Díaz Ayuso, parece haber desarrollado una posición muy contraria a las reivindicaciones de los profesionales sanitarios. Esta misma semana, la lideresa de la Comunidad de Madrid señalaba que “lo que están haciendo es trasladarles a los ciudadanos problemas sanitarios que no existen. Son problemas laborales y políticos”.

Sin embargo, las listas de espera de primera consulta reflejan que mientras que a nivel nacional el 49% de los pacientes están al menos dos meses esperando para ser atendidos, en la Comunidad de Madrid esta cifra sube al 69%. La capital se sitúa, por tanto, en un quinceavo puesto de todas las comunidades autónomas, solo por delante de La Rioja (71%) y Canarias (87%).

Estos datos adquieren un significado especial si además se tiene en cuenta que Madrid es la comunidad con mayor grado de privatización sanitaria, según un informe elaborado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) en 2022. No sorprenden las declaraciones del secretario de la federación, Mariano Sánchez, quien aseguró que “los recortes y el deterioro de la sanidad pública son el principal incentivo del seguro privado” y añadía que, en este sentido, “Madrid es un paradigma”.