La industria es la principal consumidora energética del país y para determinadas fábricas la luz es el principal. La subida récord de la factura impactará en su cuenta de resultados y la alrma ha llegado al punto de que las cementeras amenzan con cierres temporales. Oficemen, la patronal que reúne a las principales cementeras, ha advertido que la fuerte escalada de precios eléctricos registrada en los últimos días puede provocar el cierre de algunas de las 35 fábricas del sector en el país. Estas empresas pertenecen en muchos casos a multinacionales con presencia en otros países, por lo que el incremento del coste energético les resta competitividad.

Las cementeras doblemente castigadas

Las cementeras arrastran además una situación muy complida, el frenzado de la construcción y la paralización de la obra pública ha llevado a este sector a niveles de producción de hace 30 años, por lo que han tratado de compensar la brutal caída de demanda interna con la exportación. Por ello la patronal afirma que «el precio de la electricidad es un factor crítico, afecta a nuestra línea de flotación, a la sostenibilidad futura del negocio».

Grandes consumidores

«La preocupación es general», explica Fernando Soto, director general de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (Aege), en declaraciones recogidas por varios medios. Esta patronal engloba a compañías del tamaño de Acerinox, FerroAtlántica o Alcoa, entre otras. Algunas empresas han adoptado ya medidas, como concentrar los picos de su producción en las horas valle donde los precios de la energía son más baratos, como las madrugadas o los fines de semana.

Las patronales industriales consideran necesario introducir reformas en el sistema eléctrico que abaraten el coste de la luz. Entre estas propuestas, que le harán llegar al ministro de Energía, Álvaro Nadal, figuran el impulso de los contratos bilaterales entre eléctricas e industria para el suministro de energía de fuentes más baratas como las centrales nucleares, o dotar de mayor liquidez al mercado de futuros que rige los acuerdos de aprovisionamiento a medio y largo plazo.

Estas asociaciones piden también reducir los peajes que sufragan los costes de distribución y transporte de la luz, las subvenciones a las renovables y la deuda del sistema, entre otras partidas.