El Índice de Precios de Consumo (IPC) de marzo ha sido confirmado este viernes y, un mes más, los alimentos y las bebidas no alcohólicas destacan como el grupo de productos que más eleva sus precios. Atendiendo a los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la evolución del coste de cesta de la compra se sitúa en el 16,5% en el tercer mes del año tras experimentar un leve descenso de una décima con respecto al dato de febrero, mes en el que se marcó el máximo histórico.

A pesar de que el encarecimiento se extiende a todos los productos, no golpea de la misma manera a todos, produciendo diferentes progresiones. En los supermercados, los consumidores comprueban diariamente que alimentos concretos suben más que otros y, si pudiesen comparar tickets de diferentes momentos, apreciarían que existen grupos alimenticios que tienen una mayor responsabilidad de que el total a pagar sea más elevado a pesar de que la longitud del recibo sea la misma. Preocupan especialmente los alimentos básicos y, gracias a los datos desgranados del instituto estadístico, podemos saber la progresión de cada grupo.

Carnes y pescado sufren la inflación

En el caso de los productos de origen animal, dejando para un apartado específico los huevos y productos lácteos, existen diferentes evoluciones en función de su procedencia. La carne aparece segmentada por el INE en cinco subgrupos (vacuno, ovino, porcino, ave y otras carnes) y, aunque todos se encarecen por encima de las dos cifras, existen notables diferencias. Con respecto a hace un año, la carne que menos se ha encarecido es la ovina, un 10,3%, con más de nueve puntos de diferencia con la carne de cerdo, que se ha encarecido un 19,6%.

La carne de vacuno presenta una progresión situada entre las dos anteriores, incrementado su precio un 13,1% con respecto a marzo de 2022, cifra similar al subgrupo otras carnes (13,3%) que incluye, entre otras, la carne de conejo. Por su parte, la carne de ave se sitúa en el 12,2%. El pescado, por el contrario, presenta uno de los incrementos más bajos de la cesta de la compra y, tanto en su modalidad fresca congelada, presenta una progresión del 7,2%. Los preparados de pescado, en los que podríamos incluir las de sobra conocidas baritas de merluza, y los crustáceos y moluscos presentan subidas similares a las de la carne, con un 11,6%.

Huevos y productos lácteos, golpeados por el IPC

Los Huevos y los productos lácteos son, con diferencia, los alimentos de la cesta básica que más se han encarecido a un año vista. Por su parte, los huevos alcanzan el elevado porcentaje de progresión del 24,5%, cifra que se dispara aún más en el caso de la leche, cuyo precio es un 30,4% más alto que en marzo de 2022. Más allá de la leche, el resto de productos lácteos (queso, yogures, etc.) también se han encarecido notablemente, aunque en menor medida que el resto de alimentos de este subgrupo (20,6%).

Legumbres y hortalizas

Las legumbres y las hortalizas tampoco se quedan atrás en la clasificación de productos más encarecidos y, tras experimentar el disparatado incremento mensual del 5,7%, marca un encarecimiento interanual del 27,8%. El INE pone el foco especialmente en estos dos tipos de alimentos y desgrana de ellos una serie de derivados. Por un lado, los preparados de legumbres y hortalizas también se han encarecido, un 15% concretamente, pero en menor medida que los frescos. Como alimento concreto, la patata y sus preparados, claves en la dieta mediterránea, se ha encarecido por debajo de la media y marcan una progresión del 19,7%.

Cereales, pan y aceite

Los cereales y el pan, esenciales también para una dieta saludable, se encarecen, pero con una notable diferencia entre ellos. Por un lado, el pan incrementa su coste para el consumidor en un 13,4% interanual, valor elevado, pero casi diez puntos menor que el alcanzado por los cereales y sus derivados, que han avanzado un 22,8% en comparación con el pasado año. El aceite, necesario para cocinar, aderezar comidas y comer en crudo, ha experimentado una progresión de su precio marcada. Junto con otras grasas, alcanza precios actuales un 28,1% más elevados que en marzo de 2022.

Frutas y frutos secos

Las frutas y los frutos secos son los dos grupos de alimentos que mejor evolución han presentado dentro del crecimiento generalizado. Las frutas frescas incrementan su valor, pero tan solo un 5,6%, lejos del 16,5% de media que registran los últimos datos. Los frutos secos y las frutas en conserva se han encarecido en mayor medida, pero mantienen un dato por debajo de las dos cifras (6,7%).

Bebidas

Dentro de los líquidos, el INE diferencia entre diferentes tipos de bebidas. Por un lado, en el caso del agua mineral, los refrescos y los zumos, la evolución de la curva de precios muestra un aumento del 16,3%. Atendiendo al café, cacao e infusiones, que también incluyen sus modalidades no destinadas a consumir como bebidas, el crecimiento interanual del coste para los consumidores ha crecido un 11,5%. Las bebidas alcohólicas han sufrido en menor medida el golpe de la inflación y presentan una evolución del 10,7% en sus precios.

A destacar, aunque se encuentre fuera de este subgrupo, el caso del azúcar, que es el alimento que más se ha encarecido con un incremento disparatado del 50%. El subgrupo contemplado por el INE de otros preparados alimenticios, que incluye una larga lista de alimentos, se ha incrementado un 17,6%.