La inflación anual del IPC que se espera para julio de 2022, según las estimaciones elaboradas y publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se sitúa en el 10,8%, alcanzando el valor más alto desde 1984. El aumento de 0,6 puntos porcentuales con respecto al mes anterior, cuando el IPC alcanzó el 10,2%, supone que el indicador ascienda hasta valores históricos. La tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) también aumenta seis décimas, hasta el 6,1%. De confirmarse, sería la más alta desde enero de 1993.

Esta evolución responde, principalmente, a la subida de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas y de la electricidad y al comportamiento del vestido y calzado, cuyos precios bajan menos que el año pasado. Por el contrario, destaca positivamente el descenso de los precios de los carburantes después de meses consecutivos al alza.

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No obstante, si comparamos los precios al consumo mensuales, se aprecia un descenso del 0,2% en el mes de julio, después del gran ascenso del 1,9% experimentado en junio. En consecuencia, a pesar del aumento de la tasa anual, el precio de la cesta de la compra debería disminuir, aunque de una forma casi imperceptible. 

En lo relativo al Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), que estima el gasto a partir del consumo interior del país realizado por residentes y no residentes, la tasa de variación anual estimada se sitúa en el 10,8%, ocho décimas superior a la registrada el mes anterior. Por su parte, la variación mensual estimada del IPCA es del -0,5%.

Con estos datos, la inflación continúa con su tónica ascendente que comenzó en 2021. Después de alcanzar máximos en marzo de este año (9,8%), la caída del 1,4% en el mes de abril parecía frenar la tónica ascendente. Sin embargo, a partir de mayo, la senda inflacionista se recuperó hasta alcanzar los valores actuales que no se conocían desde 1984.

Índices de Precios de Exportación (IPRIX) y de Importación (IPRIM)

La tasa anual del Índice de Precios de Exportación (IPRIX) en el mes de junio se sitúa en el 21,8%, dos décimas por encima de la registrada en mayo y la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 2006.

Los precios de exportación de los productos industriales llevan doce meses consecutivos batiendo récord. La tasa de junio se ha visto impulsada especialmente por los bienes de equipo y los bienes de consumo no duradero, que incrementaron su tasa interanual respecto a mayo. En contraposición, la energía la recortó casi seis puntos y medio, hasta el 135,9%, por el abaratamiento de la producción, transporte y distribución de energía eléctrica.

Por su parte, los precios de importación de los productos industriales se incrementaron un 30,4% en comparación con junio de 2021, tres décimas por encima respecto a la tasa registrada el mes anterior.

En esta evolución influyeron principalmente la energía, que aumenta su tasa más de un punto, hasta el 118,1%, consecuencia de la subida de los precios de las coquerías y refino de petróleo, mayor este mes que la de junio del año pasado. Cabe reseñar también, aunque con efecto contrario, el aumento de los precios de la extracción de crudo de petróleo y gas natural, menor este mes que el año pasado.