El próximo jueves finaliza el plazo de presentación de enmiendas parciales a la proposición de ley con la que el Gobierno de coalición pretende gravar los beneficios extraordinarios de la Banca y las energéticas. Se ha conocido que el Ejecutivo quiere incluir ahora dentro de esta ley el impuesto a las grandes fortunas y María Jesús Montero, ministra de Hacienda y Función Pública, ha defendido este viernes la implementación de estos gravámenes. Simultáneamente, varias entidades financieras y el Banco de España han vuelto a criticar estas figuras.

“Estas figuras fiscales responden a la voluntad del Gobierno de hacer un reparto más equitativo de las cargas con motivo de la crisis derivada de la invasión de Ucrania. En la crisis financiera, que gestionó el Partido Popular, las recetas que se aplicaron fueron los recortes de los servicios públicos, la precariedad en las condiciones laborales, la no subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o de las pensiones”, ha apuntado Montero desde Cádiz, donde ha presidido la entrega de premio de las V Jornadas Nacionales de Periodismo.

El Banco de España, por su parte, ha señalado este viernes que el impacto del gravamen rondará entre “un 5% y 6%”. Además, ha transmitido que la Banca ha mantenido los niveles de rentabilidad alcanzado en 2021, que alcanzaron el 10% sobre el capital y superaron “con holgura” el coste del capital medio (7%), según ha relatado el director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España, Ángel Estrada. Sobre esto, el organismo supervisor ha señalado que el nuevo impuesto podría afectar negativamente sobre esta rentabilidad.

Más directas han sido las críticas de Torres Vila, presidente del BBVA, que ha considerado “contraproducente” la herramienta impositiva que afecta a un sector “neurálgico” y que “registrará la inversión y el crecimiento”. Así, el máximo responsable de la entidad financiera, que declaró 4.842 millones de euros de beneficios entre enero y septiembre de este año, lo que se traduce en un incremento del 47%, considera que gravar los beneficios extraordinarios de la Banca "no es una buena idea" porque “no ayuda a fomentar que haya más inversión, que haya más crecimiento, sino más bien a restringirlo".

A esto ha respondido la ministra de Hacienda, que ha dejado claro que “esta crisis hay que gestionarla de forma distinta para no generar desigualdad [...] Le pedimos una mayor aportación a las empresas energéticas y la banca, ambas con récord de resultados, y a las grandes fortunas por encima de los tres millones de euros”. Además, ha asegurado que la "recaudación íntegra" de todas estas figuras fiscales irá destinada a financiar las medidas para paliar la situación de las familias con motivo de la subida de precios.