Sindicatos y administraciones dieron la voz de alarma sobre una posible crisis de Gullón ante el temor de que ocurriera lo mismo que con Fontaneda y se vendiera a una multinacional. Sin embargo, la empresa ha negado que exista cualquier tipo de “contratiempo” y ha señalado que seguirán instalados en Aguilar de Campóo.

Fuentes de la empresa consultadas por ElPlural.com han explicado que María Teresa Rodríguez Sanz Rojas cedía su presidencia a su hija, Lourdes. “Esto no ha gustado a los tres hijos varones que además son mayores”, señalan desde Gullón. No obstante, alegan que se ha desarrollado este proceso en un ambiente de “paz total” pese a las reticencias.

Más pacífico no ha podido ser el cambio”, explican a este periódico fuentes de Gullón. Enmarcan los cambios en el consejo de administración en la adecuación a los principios de buen gobierno de las empresas.

Los hijos de María Teresa, por tanto, salen del Consejo de Administración para dar paso a consejeros independientes a los que se sumará Juan Miguel Martínez Gabaldón, hasta entonces director general de la compañía.

“Lourdes es la hija menor y la ha elegido porque es la persona adecuada en lugar de alguno de sus otros tres hijos”, señala. Insisten desde la empresa que no existe ningún tipo de “crisis” porque la galletera sigue con su “crecimiento exponencial” cada año.

Asimismo, también han negado que María Teresa Rodríguez Sanz-Rojas tenga enfermedad alguna. “Tiene una salud de hierro. Ha delegado en su hija la presidencia no ejecutiva y ella se queda como presidenta de honor de la compañía”, aseguran.