Las fiestas navideñas ya están a la vuelta de la esquina, unas fiestas jalonadas de reencuentros, de ilusiones y conversaciones que se alargan hasta altas horas de la noche alrededor de una mesa. Sin embargo, las tradicionales comidas y cenas que salpican estas fiestas, este año pueden “atragantarse” en la cartera y hacer de la cercana ‘cuesta de enero’ algo casi imposible de superar.

Con la inflación, la subida del precio de la cesta de la compra y la complicada situación socioeconómica resulta más importante que ningún año intentar ahorrar en la compra para estas fiestas. Algunos alimentos que tradicionalmente se consumen durante las navidades ya están comenzando a dispararse.

La lombarda, la merluza, el pavo, el redondo de ternera, la piña, los percebes gallegos y los langostinos son los alimentos que más han encarecido sus precios de cara a la Navidad, con subidas de hasta un 32%. Sin embargo, no todo son malas noticias, productos como las angulas, las ostras, el jamón ibérico de cebo y la pularda han visto reducido su precio.

Ante este panorama, se pueden seguir una serie de consejos para intentar ahorrar de cara a las fiestas, eso sí, sin dejar de lado esas comidas y cenas que llenan los hogares españoles cada navidad.

Planear un menú cerrado

La planificación resulta de vital importancia durante cualquier época del año, pero cuando se planea una comida para más personas de las habituales, esto se vuelve crucial. Por ello, planificar un menú cerrado con sus entrantes, primeros, segundos y postres.

Los caprichos de última hora pueden suponer un descontrol en el gasto y probablemente harán que el presupuesto termine disparándose. Además de ahorrar dinero, el planear previamente el menú puede ahorrar trabajo ya que habrá que elaborar y cocinar únicamente lo que se vaya a servir, evitando gastos de tiempo y -lo que es más importante- de energía innecesarios.

Calcular el presupuesto

Este punto es crucial una vez se conozca el número de invitados y el menú que se va a servir. Así se sabrá de antemano que productos comprar para ajustarse al presupuesto y evitar caprichos de última hora.

Elaborar un presupuesto no tiene por qué antojarse una tarea imposible, basta con elaborar una lista con los ingredientes y las cantidades que se van a necesitar. Incluso no hace falta adquirir todo de nuevas, muchas recetas de alimentos tradicionales pueden elaborarse con alimentos que se usan diariamente en la cocina.

Eso sí, hay que ser realistas, si se ha presupuestado un máximo de 200 o 250 euros, no se podrán servir productos excesivamente caros que puedan exceder el presupuesto.

Comprar y congelar es la clave para ahorrar

Otro punto importante a tener en cuenta son las subidas de precios que suelen experimentar los productos típicos navideños. Es por eso por lo que cuanto antes se adquieran los productos necesarios, más baratos saldrán.

No obstante, habrá que tener en cuenta los productos que se puedan congelar, y dejar los alimentos frescos como frutas y verduras para los días previos a la fiesta, alimentos que, por otro lado, suelen mantener los precios con la llegada de las fiestas.

También se puede optar por comprar el producto ya congelado en vez de adquirirlo fresco y congelarlo en el domicilio. Los alimentos congelados tienden a salir más baratos que los frescos y además de ahorrar dinero, se ahorrará espacio en el congelador. Además, se puede optar por preparar distintos caldos, sopas y consomés caseros y congelarlos para consumirlos el día señalado.

Optar por alimentos más baratos

Ningún alimento es indispensable en las comidas navideñas. Alimentos tradicionales como el pavo, el capón, la merluza, el besugo y el marisco, disparan sus precios en los lineales de los supermercados.  Por ello conviene echar mano de productos más baratos como el pollo, el pato o el conejo.

Los productos de temporada también pueden suponer un gran aliado para ahorrar de cara a las fiestas. Son alimentos frescos y más baratos ya que no es necesario un plazo de conservación.

No hay que olvidar tampoco el caso de la bebida, que tiende a regar los menús navideños. Si solo se emplean los espumosos para el tradicional brindis que clausura la cena, no es necesario optar por cava o champán, valdría con brindar con sidra que resultará mucho más barato.

Distribuir el gasto

Otra cosa que se puede hacer para que el mirar la cuenta no amargue las fiestas, es escalonar las compras poco a poco. Es decir, ir adquiriendo mes a mes los productos necesarios para la cena.

Productos como las bebidas o las conservas están durante todo el año disponibles en los lineales, mientras que los turrones y los productos típicos están disponibles, en muchas superficies desde el mes de noviembre.

Es por esta razón por la que no es conveniente realizar todo un gran desembolso en el mes de diciembre, si no que se pueden adquirir muchos productos con un precio más competitivo meses previos a estas fechas tan señaladas.

Subida de precios por la inflación

Además, este año, los productos serán más caros por la inflación. El Índice de Precios de Consumo (IPC), a pesar de la bajada experimentada, ha disparado su tasa interanual hasta el 6,8%, su nivel más alto en 29 años, debido el encarecimiento de la electricidad.

El IPC interanual encadena su undécima tasa positiva consecutiva, según los datos avanzados publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según Estadística, en el comportamiento interanual del IPC destaca la subida de los precios de la electricidad, muy por encima de la registrada el año anterior.