Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) continúa en su papel de oposición a las medidas del Gobierno al asegurar este martes que hasta que no haya "un planteamiento serio" con "un papel encima de la mesa", la patronal no entrará a discutir sobre el posible encarecimiento del despido en España. De hecho, el presidente de los empresarios ha asegurado que "la ley no dice eso" y que esa clase de medidas "lo único que provocan es falta de confianza".

El líder de la patronal, que lleva varios días en el centro de la polémica por su cambio contractual al frente de la CEOE, se ha referido en estos términos a la propuesta de Esquerra Republicana (ERC) para recuperar los 45 días de indemnización por despido improcedente, con un tope de 42 mensualidades en un despido colectivo. Otra razón que parece que preocupa a Garamendi es el hecho de que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha sugerido que propondrá cambios en este campo al considerar que el coste del despido en España resulta muy barato y altamente beneficioso para las empresas.

De esta forma, el empresario vasco ha subrayado en que para generar confianza y hacer que la economía “fluya” es necesario que haya seguridad jurídica, estabilidad regulatoria y calidad normativa, de modo que sea un proceso y un cambio que se hagan de forma "seria y que se entienda"

"Nosotros no entramos ya en debates que algunos quieren que entremos y que no son debates porque no están encima de la mesa (...) la ley no dice eso, por tanto, mientras que la ley no cambie, que tendrá que ir al Parlamento y tener sus procedimientos, a mí que no me planteen temas", ha señalado Garamendi, incidiendo en que "esos anuncios lo único que provocan es falta de confianza".

El actual coste del despido en España

Lo cierto es que, con los sucesivos decretos de gobiernos anteriores, la indemnización por despido improcedente que ERC busca recuperar se rebajó de los 45 días a los 33 días por año trabajado, cuantía que continúa vigente actualmente.

Para otros casos menos lacerantes como el que pueda suponer un despido improcedente que perjudica de manera evidente al trabajador, la cuantía varía. En caso de despido objetivo -aquel que se produce de manera unilateral por parte del empresario y por causas legales justificadas que se recogen en el Estatuto de los Trabajadores- la indemnización es de 20 días por año trabajado.

Más allá de los dos casos anteriormente mencionados, existe también una indemnización mixta que se aplica a los contratos firmados antes del 12 de febrero del 2012. En ese caso la indemnización por despido se calcula reconociendo dos importes que corresponden a periodos distintos:

Por un lado, para el tramo de los días acumulados desde la firma del contrato hasta el 12 de febrero de 2012, se pagará una indemnización de 45 días de salario bruto por año trabajado, con un máximo de 42 mensualidades.

Para el tramo posterior a esta fecha, la indemnización a percibir se calculará con 33 días de sueldo bruto por año, con un máximo de 24 mensualidades, es decir, se establece la cuantía actual.

El SMI, otro frente abierto para Garamendi

El presidente de la CEOE también se ha pronunciado sobre la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) del cual ha dicho que "por mucho que la gente quiera entenderlo o no, en muchos casos genera un grave problema" y ha recordado que la patronal hizo la propuesta de subirlo un 4%. "Nadie puede decir que no hemos planteado una subida" se ha excusado Garamendi.

Además, Garamendi ha advertido en las consecuencias que el alza del SMI va a tener en el factor trabajo. De acuerdo con la visión del empresario, el factor trabajo ya no se tomará como un medio de negociación colectiva, sino como un factor regulado, "porque lo que se está haciendo es rompiendo también las tablas salariales por abajo de los propios convenios colectivos que estaban ya cerrados con los sindicatos".

También se ha escudado en que desde la patronal, se trabaja bajo los criterios de "independencia, con sentido de Estado y con lealtad institucional", "algo que en este país algunos echamos de menos", arremetía Garamendi tras recordar el papel clave del empresariado para el crecimiento de un país.

Ante esto, el presidente de la CEOE ha considerado "una equivocación" la "cierta cacería" que se está dando al mundo empresarial, "incluso con nombre y apellidos", lo que a su entender va en la "dirección contraria" de lo que debería ser.