Las familias más adineradas de España, aquellas que representan el 5% de la ciudadanía, acumulan el 41% de la riqueza neta total de todo el país. La nueva estadística trimestral publicada por el Banco Central Europeo (BCE) y difundida este miércoles por el Banco de España evidencian las desigualdades económicas de la zona euro, de las que no se escapa España. Los datos recopilados por el Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) muestran una cierta estabilidad en las décadas pasadas y un cambio con el estallido de la pandemia.

Los resultados de las Cuentas Distributivas de la Riqueza (DWA, por sus siglas en inglés) exponen que el 5% de los hogares más ricos de toda la eurozona amasan, con fecha del segundo trimestre de 2023, el 43% de la riqueza neta, dos puntos por encima del porcentaje español. Las conclusiones del estudio recogen que la riqueza neta de los hogares en la zona del euro “aumentó un 29% en los últimos cinco años”, reflejándose una clara diferencia entre los propietarios de viviendas y lo que no cuentan con un inmueble en propiedad.

Si bien se ha experimentado un “ligero” retroceso de la desigualdad en los veinte países que comparten el euro como divisa común, el BCE reconoce que el porcentaje aún es elevado. Así, el incremento de la riqueza neta de los hogares en los últimos cinco años ha estado acompañado de una disminución de la desigualdad que se explica, en parte, por el aumento del precio de la vivienda, que beneficia al 60% de la población propietaria de la eurozona, que eleva si riqueza un 27%.

Por el contrario, el 40% restante que no goza de una casa en propiedad ha visto crecer su riqueza un 17%, “debido principalmente al aumento de los depósitos observado durante este período”, explica el BCE. “El aumento de la riqueza inmobiliaria en los últimos años se ha distribuido de manera más equitativa que el aumento del valor de las acciones cotizadas”, añade el supervisor único.

Riqueza y deuda de las familias españolas

El Banco de España ha publicado también la deuda de las empresas y los hogares, de la que se desprenden buenas noticias. La riqueza financiera neta de las familias españolas e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (Isflsh) se ha situado en los 2,05 billones de euros en el tercer trimestre de 2023, lo que representa un aumento del 8,6% en comparación con el mismo periodo del 2022, según las cuentas financieras facilitadas este miércoles.

A su vez, estas cuentas recogen una moderación de la deuda de los hogares hasta el 48% del Producto Interior Bruto (PIB), casi seis puntos por debajo del 53,7% del periodo comprendido entre julio y septiembre de 2022. La cifra de los activos financieros netos de las familias equivale al 142,9% del PIB, ratio tres décimas inferior a la de un año antes, sobre todo por el aumento experimentado por el PIB.

En conjunto, el saldo total de activos financieros (dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta) de los hogares alcanza en el tercer trimestre los 2,8 billones de euros, un 5,5% más que un año antes. Este aumento muestra una revalorización de 111.300 millones de euros y una adquisición neta de activos financieros de 35.700 millones en los últimos cuatro trimestres.

Por instrumentos financieros, el organismo gobernado por Pablo Hernández de Cos revela que la revalorización de activos se concentra en gran medida en las participaciones en el capital. En la adquisición neta de activos destaca la inversión en participaciones en fondos de inversión y valores representativos de deuda, que son parcialmente compensadas con la reducción del efectivo y depósitos y las ventas de participaciones en capital de las empresas.

En relación con el PIB, los activos financieros de los hogares representan un 194,9% en el tercer trimestre de 2023, seis puntos porcentuales menos que un año antes, descenso que se explica exclusivamente por el incremento del PIB. Por su parte, la deuda consolidada de las empresas y de los hogares alcanza los 1,629 billones de euros en el tercer trimestre del ejercicio 2023, un 2,9% menos en comparación interanual. En términos del PIB, la ratio indica una moderación "significativa" del endeudamiento hasta el 113,5%, porcentaje no observado desde marzo de 2002.