"Nuestro objetivo es tener un supervisor bancario que merezca su nombre, porque queremos crear algo mejor de lo que ya tenemos", señaló la canciller. Agregó que los Veintisiete "no quieren decepcionar a los mercados al dar calendarios demasiado cortoplacistas. El mensaje importante es que habrá una supervisión bancaria y ésta debe poder funcionar antes de que podamos discutir sobre la recapitalización" directa de la banca. En el trasfondo de este retraso están sus intereses electorales con una población mayoritariamente en contra de la ayuda y unos comicios a la vuelta de la esquina.

Paradójicamente, quien defendía posiciones más favorecedoras a España era el presidente francés, el socialista Hollande. A la entrada de la reunión las cámaras de televisión captaron una larga conversación suya con Mariano Rajoy. Aunque su contenido no ha trascendido, se les pudo ver a ambos charlando con complicidad.

En rueda de prensa, Hollande insistió en que "no hay razones" para imponer "más austeridad" al Gobierno español si decide dar el paso de solicitar el rescate, porque España está haciendo los "esfuerzos necesarios" para superar la crisis. Añadió que la petición de rescate compete a España y que no formó parte de la discusión de los líderes europeos.

Rajoy, por su parte, ratificó que el rescate no había estado en el orden del día e inistió en que todavía no ha tomado ninguna decisión. "No hagan mucho caso a lo que vean escrito por ahí", recomendó a los periodistas, "hasta que yo no se lo comunique no habrá ninguna noticia. De momento no hay nada de nada".

Sobre el resultado de la cumbre se mostró "contento" ya que se había avanzado para poner en marcha el mecanismo único de supervisión europeo, requisito indispensable para la recapitalización directa de la banca.

Asimismo, restó importancia a que Merkel, su socia natural, actúe más como verduga y no quiso valorar que hubiera impedido, apoyada por Finlandia y Holanda, la posibilidad de que el dinero del rescate bancario llegue el próximo mes de enero. "El acuerdo que se tomó en junio fue un acuerdo de todos (...) Lo que pasa es que a veces surgen polémicas que no responden realmente a lo que es la realidad", excusó.

El jefe del Ejecutivo prefiere ver el vaso medio lleno y valoró que se estuviera avanzando. "Creo que el euro y la Unión Europea se fortalece con las decisiones del día de hoy", concluyó.