El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, se ha reunido este lunes con los agentes sociales para negociar un nuevo bloque de la reforma de las pensiones, tras esperar a que la CEOE celebrara sus elecciones. El Gobierno ha planteado en la mesa elevar cinco años más el cómputo para calcular nuevas pensiones pasando de los 25 a los 30 años, añadiendo la posibilidad que se descarten los dos peores años cotizados durante este periodo. Es decir, pudiendo elegir 28 años. Con esta propuesta Seguridad Social quiere beneficiar a aquellos trabajadores con carreras profesionales más discontinuas, en detrimento de aquellos con proyecciones más estables. Según ha explicado el ministerio, la elevación del periodo de cómputo se haría "de forma progresiva", aunque no han precisado los años que duraría este periodo de adaptación.

Se trata de la propuesta del Gobierno que se ampara en el marco de apuntalar la sostenibilidad del sistema de pensiones y que entre tanto dinero en la caja como el que entra. Según la propuesta actual, si un trabajador se jubila hoy, la Seguridad Social cogerá los últimos 25 años que ha cotizado, realizará una media ponderada y de ahí sacará la cuantía total de la pensión que cobrará. Una situación que Escrivá quiere cambiar argumentando que dicho sistema perjudica a aquellos trabajadores que pierden el paso durante la recta final de su carrera profesional. Y es que con el actual sistema sale beneficiado aquel que haya tenido una trayectoria más estable y un mejor sueldo en los años finales.

Escrivá pretende ampliar los años a tener en cuenta perjudicando a los trabajadores con carreras más estables ya que los primeros años suelen tener un salario menor que el final. Por el otro lado, para una persona que ha sido desempleada en los últimos años y ha cotizado menos o nada, saldrá beneficiada. Además, tal y como plantea el Gobierno, el futuro pensionista puede descartar algunos de sus peores años y aumentar esta cuantía. Otra opción que se había barajado desde Seguridad Social era elevar el periodo de cómputo a los 28 años, pudiendo descartar uno.

Por otra parte, Escrivá pretende aumentar los ingresos a la Seguridad Social haciendo que los empresarios paguen más por los trabajadores con mayores salarios aumentando las bases máximas de cotización. El primer planteamiento del ministro es aumentar el 28,85% las bases máximas entre 2025 y 2050, a tenor de 1,154 puntos por año, además de lo que cada año suba la base máxima según el IPC.

Esa parte afectará de lleno a los empresarios y no directamente a los trabajadores, que nunca cobrarían menos por el aumento de bases. Una situación que hace complicado el sí de la patronal. No obstante, Seguridad Social mantiene que es mejor para los intereses de los empresarios al evitar que en unos años cualquier Gobierno les imponga una subida drástica.

También se pretende modificar el incremento de las pensiones máximas, que cada año suben según el IPC. La idea de Seguridad Social es que aumenten entre un 15 y un 25% las prestaciones máximas, además de lo que suba según la inflación cada año.

Por su parte CCOO ha calificado la medida de "insuficiente" y consideran que el Gobierno podría ser más ambicoso en cuanto al aumento de la carga empresarial se refiere. 

CCOO ha salido de la reunión de este lunes calificando de "insuficiente". Desde la central consideran que el Gobierno podría ser más ambicioso a la hora de aumentar la carga empresarial. También echan en falta medidas orientadas a la reducción de la brecha de género en las prestaciones, como, por ejemplo, mayores incrementos de la pensión mínima.