La segunda parte de la reforma de las pensiones, que debería haberse aprobado antes del 31 de diciembre del 2022 para cumplir con el plazo establecido por Bruselas, continúa estancada. Desde finales del pasado año las reuniones y acusaciones cruzadas entre los agentes sociales y José Luis Escrivá se suceden, pero ahora algo parece haber cambiado. "Se resolverá en las próximas semanas", ha asegurado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en una entrevista concedida este jueves a RNE.

Escrivá se ha mostrado “optimista” y confiado en que los avances que se están produciendo en las negociaciones posibiliten cerrar la segunda parte de una reforma que es necesario aprobar para recibir el quinto paquete de fondos europeos. "Espero que podamos hacerlo en el curso de este mes. Esa es mi previsión, claramente", ha enfatizado el ministro desde Rabat, donde asiste en la XII Reunión de Alto Nivel España-Marruecos. No obstante, ha preferido no dar por seguro el acuerdo con los agentes sociales para evitar situaciones que han supuesto un retroceso en el diálogo.

La mayor demora en esta situación, justifica Escrivá, no responde tanto al fondo de la reforma sino a la petición de los sindicatos de que el Gobierno consiga un pacto simultáneo con agentes sociales y fuerzas políticas. “Supongo que lo dirán por la situación de la reforma laboral (salió adelante por un error en la votación de un diputado del PP)”, ha explicado el ministro, que comprende que quieran tener atado el apoyo para que su tramitación parlamentario posterior no tumbe lo acordado.

Esta situación, asegura, está haciendo "más complicado” alcanzar un acuerdo. "Estamos buscando un acuerdo en ambos ámbitos. Los agentes sociales nos han pedido que lo hagamos simultáneamente y eso hace que el proceso sea un poquito más complicado porque son muchos los elementos de este paquete final", ha desgranado el ministro. Ahora queda por conocerse si la propuesta del titular de Seguridad Social, referida al aumento del periodo de cálculo de la pensión de 25 a 30 años, pudiendo ser descartados los 24 peores meses del cómputo, será contemplada o no en el documento final.

Propuesta de Escrivá

La intención de Seguridad Social es ampliar el periodo de cálculo de la pensión de 25 a 30 años, pero a partir de 2027 y de forma progresiva, cinco meses por año, hasta 2038. De esta manera, se confirma que la pretensión de Escrivá es esperar al despliegue total de la anterior subida de la edad aprobada, 25 años en 2027, para comenzar este nuevo incremento. Además, según el documento facilitado por el Ministerio a patronal y sindicatos en noviembre, de los cinco meses que se ampliarán por año a partir de esa fecha, el trabajador podrá escoger los tres meses más favorables a su cotización y descartar dos. Fórmula similar a la que pretende Escrivá implantar una vez se alcanzase los 30 años en 2038, que el trabajador pueda descartar los 24 peores meses del periodo y quedarse con los 28 mejores años.

Ejemplificando detalles conocidos sobre la medida, en el año 2027, año de inicio de aplicación de la nueva edad, la persona que haya alcanzado la edad de jubilación, verá que el cálculo de su pensión contempla 25 años y cinco meses. Al año siguiente sería de 25 años y diez meses, en 2030 de 26 años y ocho meses y así sucesivamente hasta llegar a los 30 años contemplados para 2030, momento en el que se descartarán los 24 meses más desfavorables.

Sobre las bases de cotización, el titular de la cartera de Seguridad Social pretende aumentar los ingresos a la Seguridad Social haciendo que los empresarios paguen más por los trabajadores con mayores salarios aumentando las bases máximasLa idea de partida es aumentar el 28,85% las bases máximas entre 2025 y 2050, a tenor de 1,154 puntos por año, además de lo que cada año suba la base máxima según el IPCTambién se pretende modificar el incremento de las pensiones máximas, que cada año suben según el IPC. La idea de Seguridad Social es que aumenten 0,115 puntos, además de lo que suba según la inflación cada año.