No se recuerda nada así en la historia de la Agencia Tributaria. Es el mayor escándalo al que se enfrenta este organismo en los 30 años de Democracia y no hay explicaciones ni hay dimisiones. Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, pasará a la historia como el ministro que más subió los impuestos en este país y el que hundió la imagen de la Agencia Tributaria con un "error" escandaloso que afecta a la Casa Real en un caso tan grave con la investigación judicial del Caso Nóos. Es la primera vez en la historia de España que un miembro de la familia Real, la Infanta Cristina, está siendo investigada por un tribunal, y la primera vez que un ex miembro de la familia, Iñaki Urdangarín, es imputado por gravísimos delitos y se sentará en el banquillo. Si de por sí el tema es muy serio y muy grave, en un contexto en que los casos de corrupción emergen con una durísima crisis económica, es incomprensible que la Directora General de la Agencia Tributaria no haya sido cesada y Montoro no haya dimitido.

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. EFE/Archivo



Montoro obligado a dar la cara
Desde que el pasado viernes la Casa Real saliera a desmentir que la Infanta Cristina hubiera vendido 13 inmuebles, hemos asistido a un vodevil gubernamental lamentable. La Agencia Tributaria primero guardó silencio, no dio explicación alguna y luego derivó las culpas a los registradores de la propiedad y los notarios. Este martes, el Colegio de Registradores reunido de urgencia, certificó que la Infanta Cristina no había hecho ninguna de esas ventas porque no era propietaria de esas casas o fincas. Si la Agencia Tributaria tiene datos erróneos de la Infanta Cristina ¿qué ocurrirá con los datos de cualquier ciudadano normal?. Ante este lío el ministro Montoro se dedicó a escapar de la prensa y no dio explicación alguna. La actitud de Montoro y la falta de una explicación creíble causó malestar en el propio PP, y obligó a que después de la sesión de control Montoro compareciera ante los medios de comunicación para no decir nada.

Encarga una investigación
La breve comparecencia de Montoro ante la prensa es de las que hacen historia. Estas son sus frases: "No tengo ninguna explicación" porque ha encargado una investigación y hasta que no conozca los resultados no puede saber lo que ha pasado; "no estoy en condiciones de dar explicaciones sobre hechos concretos", reconoció que la Agencia atribuyó a la Infanta Cristina unas ventas que no ha hecho, dijo que ha sido un "error" y concretamente "un error en la carga de los datos", es decir que al "cargar" los datos de la Infanta en la base informática de Hacienda se hizo mal y ese error "se traslada" al procedimiento judicial.

"Ni verificó ni comprobó" los datos
La comparecencia de Montoro se produce después de un surrealista comunicado de la Agencia Tributaria difundido ayer martes, en el que se afirma que la venta de 13 propiedades por 1,4 millones de euros entre 2.005 y 2.006 atribuidas a la Infanta es "consecuencia de que la información recibida por la Agencia figura atribuida a un DNI que coincide con el suyo", algo absolutamente imposible porque la Infanta tiene un DNI con solo dos números por ser miembro de la familia real. Para colmo la Agencia reconoce que ni comprobó "ni verificó los datos que remitió al juez".

El comunicado de Hacienda tiene fecha de 2.012
Inoperancia o nerviosismo, o las dos cosas a la vez, pero el caso es que la nota de prensa en la que la Agencia Tributaria reconoce el error y reconoce que no verificó los datos enviados al juez, tiene fecha del 18 de junio de 2.012, o sea, del año pasado. Puede ser anecdótico, pero en la Agencia Tributaria no revisan los documentos que hacen públicos. Estamos en 2.013.

Montoro pide disculpas a la Casa Real pero no a los españoles
Montoro ha insistido que el "error" no tiene consecuencias en el proceso judicial y pidió disculpas a la Casa Real. Faltaría más, porque el error es gravísimo, pero el daño causado al prestigio y la credibilidad de la Agencia Tributaria que Cristóbal Montoro debe pedir perdón a todos los españoles, cesar inmediatamente a la Directora de la Agencia Tributaria y presentar su dimisión.