El Gobierno ha planteado a los agentes sociales mantener la figura de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en medio de la negociación de la reforma laboral. La reunión de este miércoles tendrá como centro esta medida, con el objetivo de proteger la viabilidad de las empresas mediante el traslado de trabajadores y la reestructuración de sectores completos concretos.

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Cadena SER ha avanzado estas novedades antes de la nueva reunión entre Gobierno, sindicatos y patronal sobre la reforma laboral. Además, aseguran que la propuesta ha salido del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, liderado por José Luis Escrivá, que plantea un gran cambio en el sistema, y que ya ha trasladado el texto a los agentes sociales en la tarde del martes.

Según lo previsto, seguirá existiendo el ERTE de fuerza mayor, tal y como lo conocemos hasta ahora, pero el sistema incluirá otros dos tipos que impulsarán la reconversión de trabajadores, empresas o incluso sectores completos. El texto, al que ha tenido acceso el medio, desvela el Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del empleo, con tres tipos diferentes de ERTE.

Se mantiene el ERTE de fuerza mayor

Por un lado, el ERTE de fuerza mayor (TOP) se mantiene como hasta ahora en situaciones similares a las de la pandemia, con una financiación conjunta por parte de los agentes sociales. Así, sindicatos y patronal crearán un fondo conjunto para cubrir todos los costes de estos ERTE, incluidos lo de formación que ya están en vigor, según reza el texto.

"Se entiende que existe fuerza mayor cuando esta derive de acontecimientos catastróficos naturales, imprevisibles o que habiendo sido previstos fueran inevitables, como terremotos, maremotos, incendios, inundaciones, nevadas, plagas, explosiones, tormentas de viento y mar, siempre que supongan la destrucción total o parcial de las instalaciones de la empresa o centro de trabajo, impidiendo la actividad laboral para las personas trabajadoras afectadas", explica el documento de Seguridad Social.

Asimismo, entiende como fuerza mayor los "supuestos de impedimento o limitaciones en la actividad normalizada de la empresa que sean consecuencia de decisiones adoptadas por la autoridad gubernativa competente, incluidas aquellas orientadas a la protección de la salud pública, cuando una disposición legal así lo autorice."

Segundo tipo: ERTE de reestructuración

El segundo ERTE que se pretende incluir en la reforma laboral es el ERTE de reestructuración, pensados para aquellos trabajadores de áreas que requieran "su transición profesional desde sus empresas de origen hasta empleos en otras empresas o sectores". En este caso, como novedad se incluye un nuevo sistema de portabilidad que permitan que las empresas puedan traspasar empleados de una a otra.

Las empresas que dejen ir a sus empleados podrán entonces transferir hasta la mitad de la cuantía del despido improcedente que correspondería al trabajador al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). Así, la empresa que acoja a estos trabajadores no tendrá que cargar económicamente con el despido o la antigüedad en caso de que se produzca una rescisión de contrato.

Esta segunda propuesta no está cerrada y desde el Ministerio de Seguridad Social están abiertos a incorporar desgravaciones en la Seguridad Social a aquellas empresas que acojan trabajadores de otras compañías reestructuradas. El ERTE de reestructuración tendrá que tener una comunicación de inicio acompañada por un informe justificativo sobre los efectos para la empresa, según las causas recogidas en el acuerdo del Consejo de Ministros.

La primera comunicación también tendrá que incluir un plan de recolocación de los trabajadores afectados, ya sea externo a través de agendas privadas de recolocación, o a nivel interno. En ambos casos, debe incluir medidas específicas de formación y orientación profesional, atención personalizada al trabajador afectado y búsqueda activa de empleo.

Tercer tipo: ERTE sectorial

El tercer tipo de ERTE es el sectorial, específico para aquellos sectores que tengan que reconvertirse de forma total o "cuando concurran causas económicas derivadas de una situación coyuntural de alcance general que aconseje la activación de mecanismos adicionales de estabilización".

En este caso, el Gobierno de forma conjunta tendrá que autorizar la reconversión sectorial, a través de "una activación previa por Acuerdo del Consejo de Ministros, a propuesta conjunta del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, el Ministerio de Trabajo y Economía Social y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, previo informe de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos".

Estos nuevos ERTE solo podrán aplicarse mientras dure la autorización del Gobierno y se podrán pedir un máximo de dos prórrogas a los plazos, de seis meses cada una, a través de una solicitud de la empresa, tal y como avanza Cadena SER.