El pasado mes de diciembre Inditex llegó a un acuerdo con los sindicatos para mantener el empleo y ofrecer nuevos puestos de trabajo a todos los trabajadores afectados. El documento, ratificado por UGT y CCOO, aseguraba que Inditex ofrecería puestos en tiendas cercanas de la misma cadena para los empleados afectados por el cierre de tiendas.

El acuerdo incluía un matiz: la posibilidad de Inditex de “adaptar” las jornadas y horarios a las necesidades de la tienda de destino. Eso es precisamente lo que está haciendo ahora, tal y como denuncian los trabajadores de Inditex y como recoge eldiario.es.

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Empleados y sindicatos, minoritarios a nivel estatal pero relevantes en distintas provincias donde el gigante de Amancio Ortega tiene presencia, denuncian que se repite un mismo patrón. Las vacantes ofertadas para los afectados son de menos horas, y por consiguiente menos sueldo; menor responsabilidad; peores horarios o incluso, contratos fijos discontinuos.

"Lo que te ofrecen es tan malo que te invitan a marchar" -denuncia una trabajadora de País Vasco- "Creemos que quieren quitarse de encima a gente que lleva muchos años y cobra antigüedades. Es un ERE encubierto".

El cierre afectaría hasta a 818 empleados

La reorganización de Inditex hacia un modelo digital incluye cierres a nivel nacional, que afectarían hasta a 818 empleados, sin contar con los cierres en Uterqüe, Zara Home y Kiddy’s Class, según las cifras desveladas por el medio.

Los sindicatos regionales ELA, de País Vasco; la Confederación Intersindical Gallega (CIG), de Galicia y CGT mencionan el mismo argumento. "El acuerdo que firmaron solo favorece a la empresa, porque le permite hacer lo que le dé la gana. Pretenden reubicar a trabajadoras que llevan muchos años con condiciones muy ínfimas al resto. No estamos dispuestas a tolerarlo", asegura Carminha Naveiro, secretaria de acción sindical de la CIG.

Según los datos a los que ha tenido acceso eldiario.es, casi todos los contratos ofertados tienen horarios de tarde, hasta las 22:30 horas seis días a la semana e incluso hasta los domingos. Los contratos de 40 horas, pagados entre 16.000 y 21.000 euros anuales, están fuera de Madrid.

Estas vacantes son de adscripción voluntaria, tal y como ya anunció Inditex en el momento de la negociación con los sindicatos, por lo que la decisión corresponde a los empleados y después, la empresa puede decidir si la concede o no. En caso de no haber acuerdo entre ambas partes, el paso es la adscripción obligatoria, en la que Inditex debe garantizar las condiciones previas, pero puede forzar el traslado a otra provincia.

Indemnización equivalente a un despido improcedente

La otra opción es que, si el empleado no acepta ninguna vacante, puede irse con una indemnización equivalente a la del despido improcedente. Un acuerdo al que se llegó en la negociación con sindicatos en el mes de octubre.

Ahora, los sindicatos regionales ELA y CIG piden que los cambios de centro se limiten en la misma provincia, con las mismas condiciones. Por otro lado, CGT, mayoritario en la Comunidad de Madrid, pide que el acuerdo sea “expansivo” a todo el grupo de empresas, permitiendo la movilidad en el resto de marcas del grupo.

"A una empresa así le sobran recursos para recolocar a todo el mundo con las mismas condiciones", denuncia Naveiro, secretaria de acción sindical del CIG. "Las tiendas no se cierran por no ser rentables, sino para fomentar la venta online. Todos estamos de acuerdo en el cambio de modelo empresarial, pero no a costa de los trabajadores".