AmRest, dueño y gestor de marcas de restauración como La Tagliatella o Sushi Shop, ha registrado pérdidas por 162,3 millones de euros durante el primer semestre del año. Estas pérdidas contrastan con el beneficio de 11 millones de euros del primer semestre de 2019, que se ha visto fuertemente afectado por la crisis del coronavirus.
El Gobierno decretó el estado de alarma el 14 de marzo, con el cierre de establecimientos y locales salvo supermercados, farmacias, oficinas bancarias y otros servicios de primera necesidad. Es decir, los restaurantes de AmRest estuvieron cerrados en España desde el 14 de marzo hasta principios de junio, según la zona, en el mejor de los casos.
Ante este resultado, el auditor KPMG ha advertido de que la compañía ha incumplido ciertos compromisos financieros vinculados a las cifras a 30 de junio, estipulados en el préstamo de financiación sindicada. La deuda relacionada con esta financiación ha sido clasificada como pasivo corriente y el auditor ha alertado a la CNMV de la complicada situación económica de la empresa.
"En estas circunstancias, el pasivo corriente del grupo excede el activo corriente en 770,8 millones de euros a 30 de junio de 2020. Esta situación indica la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento", ha explicado KPMG a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
AmRest no descarta el cierre
El consejo de administración ha analizado la situación del grupo "en lo concerniente a la posición de liquidez, situación financiera y garantía de la continuidad de las operaciones", como consecuencia del impacto del coronavirus y tampoco descarta el cierre de los establecimientos, según el informe.
"Dados los posibles escenarios estudiados y el análisis de la información disponible, los datos, las circunstancias actuales y las incertidumbres sobre el futuro, el consejo de administración valora la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento durante el futuro próximo, es decir, durante un periodo de al menos (pero no limitado a) doce meses desde la fecha de cierre", avanza el informe remitido a la CNMV.
El informe de KPMG ha provocado un fuerte desplome de AmRest en los mercados bursátiles, ante la incertidumbre sobre el futuro de sus restaurantes. Así, a las 11:40 horas de este viernes la acción cae un 3,89% hasta los 3,70 euros, en mínimos históricos de su cotización desde su entrada en bolsa en noviembre de 2018.
En cifras, los ingresos alcanzaron 684 millones de euros en el primer semestre, un 26,2% por debajo del mismo periodo de 2019 y el resultado de explotación fue negativo, en -140,1 millones de euros, frente al beneficio de 35,2 millones registrado en la primera mitad del año pasado.
AmRest tuvo que recurrir a un ERTE para 3.288 de sus empleados, de los que 1.957 continuaban en esta situación a 30 de junio. Tal y como asegura la compañía, los empleados siguen contratados con el salario suspendido, recibiendo la prestación correspondiente al 70% de su salario.
