Banco Santander ha presentado este miércoles los resultados económicos correspondientes al segundo trimestre, con un beneficio neto de 1.908 millones de euros, un 48% menos que en el mismo periodo de 2019, por el impacto del coronavirus

Santander ha registrado una actualización del fondo de comercio de sus inversiones históricas y de los activos fiscales diferidos (DTAs), lo que genera un cargo extraordinario sin efecto en caja de 12.600 millones de euros y da lugar a una pérdida atribuida de 10.798 millones de euros en el primer semestre. Este ajuste obedece al deterioro de las perspectivas económicas como consecuencia de la crisis de la covid-19 y no afecta a la liquidez, al riesgo de crédito ni a la ratio de capital CET1.

"La fortaleza de nuestro modelo nos permite obtener un buen resultado, con aumento en el capital, reducción de costes más rápido de lo previsto y buena calidad crediticia. Aunque el beneficio atribuido se ha visto afectado por la actualización contable sin efecto en caja del valor del fondo de comercio y de los DTAs debido al impacto de la pandemia en las previsiones económicas, esta revisión no afecta a la fortaleza de nuestro balance. Las bases de nuestro negocio son sólidas, con un nivel de capital en la parte alta de nuestro objetivo", ha reconocido la presidenta del banco, Ana Botín.

Pese al difícil entorno, los ingresos del primer semestre se mantuvieron estables con respecto al mismo periodo del año anterior en euros constantes y el plan de ahorro de gastos "avanza más rápido de lo previsto", según la entidad, con una caída de los costes del 5% interanual, sin inflación.

Más de 300 millones de euros de ahorro de costes en Europa

El negocio de Santander en Europa logró más de 300 millones de euros de ahorro de costes en el primer semestre, lo que supone un 75% del objetivo para todo 2020. Gracias a ello, el beneficio antes de provisiones del semestre subió un 2% en euros constantes, a 11.865 millones.

El banco ha aumentado su actividad de crédito y sigue apoyando a sus clientes durante la pandemia con la concesión de 1.600 millones de euros diarios de media en nuevos préstamos en el segundo trimestre y moratorias a más de cinco millones de clientes.

Por otro lado, el uso de productos y servicios digitales se ha acelerado: un 47% de las ventas totales se realizaron por medios digitales en el segundo trimestre frente al 36% de 2019. El banco ya tiene 40 millones de clientes digitales, un 15% más en tasa interanual y de ellos 32 millones usan las apps para móviles.

La calidad crediticia se mantuvo sólida, con una reducción en la tasa de mora de 25 puntos básicos en los últimos 12 meses, hasta el 3,26%, mientras que la ratio de cobertura subió al 72%. Santander mantiene su previsión de que el coste del crédito termine el año en el 1,4-1,5%.

Aunque la rentabilidad ordinaria se vio afectada en la mayoría de los mercados con motivo de las provisiones por la pandemia, la diversificación en términos de líneas de negocio del grupo sigue siendo una fortaleza, con un crecimiento del beneficio ordinario en los negocios globales.

El consejo tiene la intención de aplicar una política de dividendo 100% en efectivo tan pronto como las condiciones de mercado se normalicen, sujeto a la recomendación y las aprobaciones regulatorias. Por ello, el banco se ha reservado seis puntos básicos de capital CET1 en el trimestre para un posible dividendo en efectivo con cargo a los resultados de 2020. Esta decisión se suma al mencionado dividendo en scrip correspondiente a 2019.