José Antonio Álvarez, consejero delegado de Banco Santander, ha presentado los resultados económicos del segundo trimestre, “el trimestre más complejo económico y social que hayamos vivido en mucho tiempo”, como consecuencia del impacto del coronavirus.
Sin embargo, reconoce sentirse “orgulloso” ya que “hemos sido capaces de atender a nuestros clientes, con calidad y prontitud en la respuesta”, tanto para particulares como empresas.
Así, durante el segundo trimestre el banco ha tenido una “actividad intensa”, según el CEO de la entidad, con una “profundización de la digitalización”. En cifras, Banco Santander ha presentado unas pérdidas contables de 10.798 millones de euros como consecuencia de registrar un cargo extraordinario de 12.600 millones de euros al actualizar el fondo de comercio.
En esta línea, Álvarez no ha descartado continuar esta tendencia y prevé cerrar el año con pérdidas contables a pesar de que “el resultado recurrente ordinario será positivo trimestre a trimestre”.
"Contablemente habrá pérdidas"
"Contablemente, ahora estamos en -10.800 millones de euros, y en los próximos trimestres no esperamos generar beneficios de ese monto, por lo tanto contablemente habrá pérdidas. Lo que ocurre en términos recurrentes es que hemos generado 2.000 millones de euros en la primera parte y espero en la segunda parte más de 2.000 millones", ha explicado el CEO.
Por otro lado, el responsable del banco ha descartado la opción de fusiones o consolidaciones en los próximos meses, asegurando: “Nuestra prioridad es permanecer como líder y el banco más competitivo allí donde operamos”.
Con respecto al pago de dividendos, la entidad considera que el Banco Central Europeo (BCE) debería matizar las recomendaciones. "Espero que haya una mayor discriminación en función de la situación de las entidades y la capacidad de generar resultados que tengan; esto no puede ser café para todos", pide el consejero delegado.
De hecho, Banco Santander ha devengado 400 millones de euros para el pago de dividendos en efectivo con cargo a 2020 cuando el BCE lo permita.
