Repsol ha cerrado el periodo enero-septiembre con un beneficio neto de 3.222 millones de euros, un 66% más frente a los mismos meses de 2021, lo que permite a la multienergética compensar parte de las pérdidas de los ejercicios anteriores, 2019 y 2020, con un resultado negativo cercano a los 7.100 millones de euros. Unas pérdidas que la compañía explica por los ajustes de activos para avanzar en transición energética y convertirse en una compañía cero emisiones netas, uno de los objetivos clave del Plan Estratégico 2021-2025 de Repsol, así como por el impacto de la pandemia en el negocio. 

En materia de dividendo, Repsol presume en sus resultados de una remuneración a los accionistas situada entre las mejores del sector y del Ibex. De hecho, ha anunciado este mismo jueves la propuesta de aumentar la remuneración en efectivo a sus accionistas en un 11% para 2023, hasta los 0,70 euros brutos por acción, dividido en dos aportaciones de 0,35 euros cada una. La compañía ha repuntado un 3,35% en los primeros momentos de la sesión bursátil en el parqué madrileño este jueves, tras presentar resultados, alcanzando niveles de 13,61 euros por acción, en máximos de principios de septiembre. Así, lidera las subidas del selectivo español muy por encima del resto del verde. 

El consejero delegado de la multienergética, Josu Jon Imaz, ha celebrado los resultados de la compañía hasta septiembre y el avance en su plan estratégico: “Hemos dado pasos de gran relevancia para impulsar la transformación de Repsol, su perfil multienergético y descarbonizado. Las alianzas que estamos construyendo para potenciar el crecimiento y desarrollo de áreas clave son fundamentales para seguir avanzando en nuestros objetivos. Entre ellos, está ofrecer una retribución atractiva para los accionistas, aspecto en el que estamos adelantando nuestros compromisos estratégicos, incrementando el valor para los más de 500.000 inversores de nuestra compañía”.

Más allá del resultado neto hasta septiembre, las cuentas de Repsol reflejan un resultado neto ajustado superior, en los 4.564 millones de euros. Del total, alrededor del 60% corresponde al negocio internacional, con especial importancia del área de Upstream e Industrial. La compañía destaca también la generación de caja en los primeros nueve meses del año, con una reducción de la deuda del 62% de enero a septiembre, cumpliendo con otra de las patas del plan estratégico, hasta alcanzar los 2.181 millones de euros de deuda. En el lado de las inversiones, Repsol ha aumentado la cifra un 47% hasta los 2.397 millones de euros en España, a pesar de un contexto que la propia compañía reconoce marcado por las tensiones internacionales derivadas de la guerra de Ucrania. 

Repsol adelanta el cumplimiento de sus objetivos estratégicos

La compañía celebra el avance en sus objetivos estratégicos, acelerando la transición energética y su perfil multienergético. Además, destaca el crecimiento rentable de los negocios y la solidez financiera de sus cuentas en lo que va de año. Esto ha provocado que la energética pueda adelantar el cumplimiento de sus objetivos clave de su Plan Estratégico 2021-2025

La compañía ha mantenido los descuentos en los carburantes desde el mes de marzo -más allá de la bonificación aprobada por el Gobierno y antes incluso que su entrada en vigor de manera oficial el 1 de abril- con el consecuente ahorro de más de 300 millones de euros para sus clientes a la hora de repostar en las estaciones de servicio del grupo. Esta medida habría supuesto para Repsol una caída del beneficio hasta los 373 millones de euros en el área de Comercial y Renovable, según las cifras conocidas este jueves. 

Asimismo, ha dado entrada a socios estratégicos en sus negocios de Upstream y Renovables en aras de avanzar hacia su futuro multienergético y descarbonizado como es el caso de la entrada de EIG, inversor institucional estadounidense en su negocio, o la creación de Shyne, un consorcio de empresas destinado al avance del hidrógeno renovable. Precisamente el negocio de Upstream ha sido clave, con el foco puesto en el valor de los activos de crudo y gas, para avanzar en rentabilidad en lo que va de año. En cifras, el negocio de Upstream, fuera de España al 100%, ha obtenido un resultado positivo de 2.431 millones de euros. No obstante, la compañía ha destinado más de 2.000 millones de euros a aumentar sus inventarios y garantizar el suministro en España. 

Provisiones en refino por la "inseguridad" y la "presión regulatoria y fiscal"

Los altos precios de los carburantes han marcado el negocio de Repsol, que reconoce "inestabilidad del entorno". En cifras, la compañía asegura que el precio del Brent, el barril de referencia en Europa, se ha disparado un 55% frente al mismo periodo del año anterior, en una media de 105,5 dólares por barril. Las inversiones de R>epsol están provocando precisamente el avance en transición energética ya que los centros industriales de la compañía han logrado reducir su consumo de gas en un 45%. En materia laboral, la compañía ha cerrado el acuerdo macro para sus trabajadores hasta finales de 2024, con aumentos salariales y nuevas fórmulas de teletrabajo. 

En cuanto al negocio de Refino, en un momento "positivo", la compañía ha optado por provisionar por deterioro 2.086 millones de euros en el valor contable de sus refinerías, cuya rentabilidad y competitividad a largo plazo podrían sufrir un impacto "en caso de no corregirse aspectos como la inseguridad del entorno de negocio y la presión regulatoria y fiscal en Europa", advierten. El margen de refino ha cambiado de tendencia en el segundo trimestre del año, tras caídas durante el ejercicio anterior y los primeros meses de este, con fuertes subidas hasta los 23 dólares por barril. No obstante, entre julio y septiembre los márgenes volvieron a caer hasta los 12,7 dólares por barril por los costes energéticos. 

La Unión Europea ha reducido su capacidad de refino en más de un 10% en la última década, materializado en el cierre de 24 instalaciones por un escenario de "escasa rentabilidad e incertidumbre regulatoria", tal y como explica Repsol. Esta situación supone para España una "ventaja competitiva" que garantiza el suministro en medio de la crisis energética europea tras la guerra de Ucrania y el corte de gas ruso a Europa por parte de Vladimir Putin. En este aspecto, Repsol ha realizado inversiones en refino por un valor medio de 1.000 millones de euros anuales desde 2008 mientras, en paralelo, Europa reducía su capacidad. 

De cara a futuro, Repsol tiene previsto materializar en lo que queda de año una amortización adicional de 50 millones de acciones, adelantando tres años su objetivo de recompra de acciones y la amortización de 200 millones de acciones, cantidad prevista para todo el Plan Estratégico 2021-2025, dos aspectos también recogidos en la hoja de ruta de la compañía.