El sector del automóvil sufre una nueva jornada de incertidumbre, esta vez con la previsión de Renault de despedir alrededor de 15.000 trabajadores a nivel mundial, tras conocerse este jueves el cierre de las plantas de Nissan en Barcelona a finales de este año, que afectará a 20.000 empleos de forma indirecta.

Este viernes Renault ha anunciado un drástico plan de ajuste para los tres próximos años en el que plantea despedir a 14.600 trabajadores, 4.600 de ellos en las plantas francesas y 10.000 en el resto de sus fábricas repartidas por todo el mundo. En cifras, supondrá un recorte del 8% de su plantilla mundial.

Además de los despidos, Renault prevé desarrollar un plan de reestructuración de fábricas en todo el mundo hasta 2024. Según lo previsto por la compañía, el proceso de reestructuración no afectará a las plantas españolas de Valladolid y Palencia, con modelos como el Mégane, el Captur y el Kadjar, cuya competitividad permitirá a las fábricas mantener la producción al menos de momento.

La automovilística comenzará una reducción de producción que irá de los cuatro millones de vehículos en 2019 a 3,3 millones en 2024, en solo cinco años. Este proyecto se basa en cuatro ejes principales: eficiencia de operaciones, simplificación de procesos, reducción de componentes de vehículos y ajuste de capacidad industrial.

Reducción anual de costes de 2.150 millones de euros

El plan de negocio de los próximos tres años supone una reducción anual de costes de 2.150 millones de euros para la empresa francesa. Del total, 800 millones corresponden a la mejora de eficiencia en ingeniería y desarrollo, 650 millones del ajuste a la producción y 700 millones de la racionalización de las funciones de apoyo.

Además, el ajuste de producción incluirá la suspensión de los proyectos de aumentar la actividad en Marruecos y Rumanía y la adaptación de las capacidades en Rusia. Renault también tiene previsto revisar su red de distribución a nivel europeo y el repliegue en China, con la venta de la participación en la sociedad con Dongfeng y el cese de la fabricación de vehículos de combustión.

En el caso de Francia, la empresa ha explicado que estudiará la conversión de una de sus 13 fábricas, en concreto la de Douai, en un centro de excelencia del coche eléctrico. Asimismo, valorarán la viabilidad de las plantas de Dieppe, Flins y Fonderie de Bretagne. "Los centros de excelencia de Renault en Francia serán la base de la recuperación", explica la compañía.

"Queremos generar economías de escala que nos permitan recuperar nuestra rentabilidad de conjunto y garantizar nuestro desarrollo en Francia y en todo el mundo", ha explicado la consejera delegada interina de la empresa, Clotilde Delbos. La empresa se ha visto fuertemente afectada por la pandemia del coronavirus a nivel mundial, al igual que el resto del sector industrial.