La dirección de CaixaBank ha alcanzado en la tarde de este jueves un acuerdo con la representación legal de los trabajadores de la entidad sobre el proceso de reestructuración derivado de la fusión con Bankia. Finalmente, y tras más de dos meses y medio de negociación, entidad y sindicatos han pactado los despidos de 6.452 trabajadores del banco en uno de los mayores Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) de la historia empresarial española.

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El número de afectados por el ERE se ha ido reduciendo paulatinamente en las últimas negociaciones hasta los 6.452, el 14,5% de la plantilla total y 1.839 menos que la cifra planteada por la organización, por encima de los 8.000 afectados. En porcentaje, se trata de un 22% menos de trabajadores previstos inicialmente.

La entidad justifica este proceso por la fusión y las circunstancias actuales del mercado, con una digitalización bancaria cada vez más avanzada, y ha presentado también modificaciones de condiciones que mejoran los aspectos organizativos ligados al desarrollo del modelo de negocio de CaixaBank y el esquema de previsión social complementaria, así como un acuerdo laboral de integración para la plantilla procedente de Bankia.

El acuerdo firmado es consistente con la obtención de un mínimo de 770 millones de euros de sinergias de costes totales anunciado en la comunicación de la fusión, asegura la compañía.

¿Cómo se distribuyen las salidas?

El acuerdo se ha cerrado en las 6.452 salidas voluntarias de trabajadores de la entidad, de las que 4.902 -el 75,97% del total- corresponden a la red comercial de CaixaBank, y 1.550 trabajadores -el 24,93% restante- corresponden a los servicios centrales y estructuras intermedias. Así, se facilitará la redimensión de la estructura de la entidad, con una reorganización de la red que supondrá la integración de 1.500 oficinas, según desvela la entidad.

El ERE cuenta con varias fases de adhesión al plan por parte de los trabajadores, explica CaixaBank, para conseguir completar los cupos de excedente. En concreto, se identificarán estos cupos según las provincias en la red comercial y según las distintas áreas funcionales en el caso de los servicios corporativos, aplicando voluntariedad, medidas de movilidad geográfica y medidas de movilidad funcional.

“En el caso de que, aplicado todo el protocolo, quedaran algunas posiciones pendientes de resolver, una comisión interna de seguimiento estudiaría, caso por caso, qué medidas de flexibilidad interna podrían aplicarse”, explica la compañía.

La reducción de los despidos desde la cifra inicial incluye un total de 708 recolocaciones en empresas filiales del grupo, que se producirán mediante la fórmula de excedencia especial de grupo regulada en CaixaBank, con la opción de volver al banco en un periodo de cinco años, si así lo desean, uno de los puntos de acuerdo alcanzados en las últimas reuniones.

¿Qué pasa con los trabajadores que pierden su empleo?

Una de las condiciones clave para los sindicatos era la voluntariedad de los despidos, un punto al que han llegado al acuerdo las partes. Sin embargo, el futuro de los empleados que pierden su trabajo finalmente también ha sido uno de los principales escollos de la negociación.

CaixaBank ha informado que todos los empleados que abandonen la entidad, de forma voluntaria, pero quieran mantenerse en el mercado laboral, podrán acogerse a un plan de recolocación. Un plan que la entidad ha elaborado en colaboración con Lee Hecht Harrison, empresa especialista en proyectos de transición profesional y desarrollo del talento.

Tal y como explica la entidad, este “ambicioso” plan cuenta con un amplio conjunto de medidas dirigidas a reubicar en un “nuevo empleo estable, e indefinido” y ajustado al perfil profesional de cada trabajador, con el objetivo de conseguir la recolocación completa de todos los participantes del programa.

La entidad también colaborará con la consultora estratégica McKinsey y otras entidades sectoriales para llevar a cabo un análisis del mercado laboral y de las nuevas oportunidades de empleo a escala local, tanto a corto como a medio plazo.

¿Cómo quedan las compensaciones?

Tras una intensa negociación en este punto, finalmente la dirección de la entidad y CaixaBank han alcanzado un acuerdo, con un esquema de compensaciones para los empleados que dejen la entidad dividido por edades, con tres colectivos diferentes que explicamos a continuación.

Empleados entre 54 y 63 años. En este caso, se ofrece el pago fraccionado del 57% del salario fijo bruto anual; el abono de primas por adscripción voluntaria. Unas primas que van desde los 18.000 euros brutos para los nacidos en 1964 o anteriores; los 23.000 euros para los nacidos en 1965 o los 28.000 euros para los nacidos en 1966 y 1967.

Además, incluye un descuento de la prestación mínima bruta por desempleo, el mantenimiento del 100% de las aportaciones de ahorro al plan de pensiones de la empresa, el mantenimiento de la póliza privada de asistencia sanitaria, abonos del convenio especial con la Seguridad Social hasta cumplir los 63 años revalorizable, y el aseguramiento de capitales en los casos de incapacidad permanente absoluta y gran invalidez.

Aunque estas condiciones son aplicables a todos los empleados mayores de 54 que cuenten con la antigüedad requerida, se establece un máximo de 1.750 adhesiones para empleados de 54 y 55 años, informa CaixaBank.

El segundo gran cupo, para los trabajadores de 52 y 53 años, cuenta con el pago fraccionado del importe equivalente al 57% de su salario fijo anual multiplicado por 7 y el abono de una prima adicional de 38.000 euros brutos, descontando la prestación mínima bruta por desempleo. La cuantía resultante se pagará de manera mensual hasta cumplir los 63 años y se abonará el convenio especial con la Seguridad Social hasta los 63 años revalorizable. El límite máximo de adhesiones a este colectivo es de 750 personas.

Para el resto de trabajadores, no incluidos en estos cupos, se ofrece un pago único de 40 días de salario fijo por año, con límite de 36 mensualidades, y una prima, de 23.000 euros para empleados con más de seis años de antigüedad y de 13.000 euros para empleados con una menor antigüedad.

¿Cómo quedan las oficinas tras los despidos?

Más allá de las condiciones y las compensaciones para los afectados por los despidos, la dirección de la entidad y los sindicatos han alcanzado también un acuerdo de modificación del modelo de distribución, con medidas que permiten impulsar el desarrollo de la red comercial y especialmente de los modelos de oficinas Store, la atención remota inTouch y las oficinas rurales, otra de las líneas rojas de los sindicatos.

Así, el acuerdo incluye la ampliación del cupo de oficinas Store a 925, más allá de las 574 oficinas Store de las que dispone CaixaBank en el territorio nacional. Se trata de las oficinas de nuevo modelo de CaixaBank, centradas en el asesoramiento a los clientes, con un nuevo diseño, más personal, más servicios y mejor adaptación a los nuevos hábitos de los consumidores.

Asimismo, la entidad amplía a 2.900 el número de empleados que pueden estar destinados a los centros inTouch, el modelo de atención digital que ofrece atención personalizada a los clientes a través de los canales tecnológicos remotos.

En el ámbito rural, uno de los negocios clave de la entidad en España, el acuerdo refuerza también la atención presencial, con la ampliación de los cupos de oficinas singulares y oficinas ventanilla y el mantenimiento del servicio de ofimóvil. La entidad reitera así su compromiso con la inclusión financiera y mantendrá sus servicios en todas las plazas donde es el único operador, tal y como se pactó en la fusión con Bankia.

En lo que respecta a la modificación del modelo de previsión social, el acuerdo establece un crecimiento anual de las prestaciones causadas a un tipo fijo anual del 0,35%. También se unifica el sistema de cobertura de riesgos pasando de un sistema de rentas vitalicias a un modelo de capitales fijos. En lo referente a las aportaciones de jubilación para el colectivo de empleados de CaixaBank, se establece un incremento del 2%, y para las nuevas incorporaciones futuras se fija un sistema de aportaciones de jubilación progresivo hasta el 7,5% del salario pensionable.

La integración de los trabajadores de Bankia en CaixaBank

Una de las claves de la fusión con Bankia, y también de la negociación durante dos meses y medio, pasaba por la integración de los empleados de la entidad absorbida, con las mismas condiciones que los trabajadores de CaixaBank. El acuerdo también ha cerrado los flecos sobre este aspecto.

Dirección y sindicatos han aprobado los términos del acuerdo laboral de integración, que garantiza la retribución actual anual de Bankia y establece una progresiva homologación a las condiciones vigentes en CaixaBank. Este acuerdo entrará en vigor el próximo 1 de septiembre, fecha a partir de la que se aplicarán las condiciones establecidas en la normativa de CaixaBank.

En la misma línea, establece la homologación salarial de los empleados de Bankia, cuando se produzcan mejoras, de forma progresiva en un plazo de cinco años desde la fecha efectiva de la integración. La armonización de las aportaciones a los planes de pensiones de empleados a las condiciones de CaixaBank también se homologará de forma progresiva durante el mismo periodo.

El resto de beneficios sociales de CaixaBank se aplicarán de forma inmediata, explican desde CaixaBank, una vez salvados los periodos de moratoria para respetar algunos beneficios previos. En relación a la póliza sanitaria, se garantiza la cobertura para todos los empleados.

CaixaBank ha recalcado su agradecimiento a todos los miembros de la Representación Legal de los Trabajadores (RTL), involucrados durante dos meses y medio de negociaciones, y reconoce su esfuerzo y su voluntad negociadora para llegar a un acuerdo que permita mantener la competitividad y la sostenibilidad de la entidad a futuro. Un acuerdo que se ha producido finalmente el jueves 1 de julio, después de largas jornadas de negociaciones con noches incluidas, a pesar de que el plazo de negociación se había cerrado el pasado 29 de junio tras una primera ampliación.