Iberdrola ha anunciado la venta de sus negocios en México por 4.200 millones de dólares (unos 3.700 millones de euros). La operación responde a las previsiones de inversión orgánica por valor de 55.000 millones de euros en redes eléctricas de transporte y distribución en sus filiales de Estados Unidos (Avangrid Networks), Reino Unido (ScottishPower Energy Networks), Brasil (Neoenergia) y España (i-DE). Este ambicioso plan permitirá casi duplicar su base de activos regulados hasta alcanzar los 90.000 millones de euros en los próximos años.
Esta estrategia ya impulsó a su filial británica, ScottishPower, a adquirir hace apenas un año la distribuidora Electricity North-West por 5.000 millones de euros, que da servicio en el noroeste de Inglaterra.
Junto con la reciente ampliación de capital, el flujo de caja operativo y la liquidez actual, esta operación garantiza los recursos necesarios para acometer los planes de inversión del Grupo en los próximos años.
El perímetro de la transacción —que representa un múltiplo de valoración de 1,6 millones de dólares por MW operativo— incluye una capacidad instalada de 2.600 MW en funcionamiento: 1.368 MW procedentes de centrales de ciclo combinado y cogeneración, y 1.232 MW de activos eólicos y fotovoltaicos. También abarca la actividad comercial y la cartera de proyectos de generación, que el comprador pretende desarrollar en el futuro conforme a sus planes de expansión en el país y a los marcos regulatorios impulsados por el Gobierno de México para fomentar la nueva generación.
A medida que dichos proyectos se vayan completando, el comprador realizaría pagos adicionales a Iberdrola, más allá de los 4.200 millones de dólares inicialmente acordados. La operación está sujeta a la obtención de las correspondientes aprobaciones regulatorias.