Iberdrola inicia septiembre con un nuevo Plan Renove destinado a facilitar a sus clientes el cambio de una caldera de combustión por un sistema de aerotermia. Con esta iniciativa, la compañía busca impulsar la electrificación de la climatización y mejorar la eficiencia energética, al mismo tiempo que contribuye a la transición hacia una economía libre de emisiones.

El plan, vigente desde hoy 1 de septiembre hasta el 1 de noviembre, ofrece una ayuda directa de hasta 3.700 euros, al combinar el descuento Renove con el de los Certificados de Ahorro Energético (CAE). Este sistema transforma el ahorro conseguido tras sustituir una caldera de combustión por una aerotermia en dinero, que Iberdrola aplica como rebaja directa en el contrato.

Adicionalmente, la compañía facilita financiación sin intereses, 800 euros de bonificación a través del programa Mi Iberdrola (canjeables en la factura de la luz) y entrega los certificados de eficiencia energética necesarios para aplicar deducciones fiscales que pueden alcanzar hasta 9.000 euros extra. Con todos estos incentivos, el ahorro en la instalación puede superar el 70% de la inversión inicial.

La aerotermia, frente a las calderas de gasóleo, elimina la dependencia de combustibles fósiles, evita emisiones asociadas a la combustión y permite ahorrar hasta un 70% en calefacción con suelo radiante, o hasta un 40% con radiadores. Estos ahorros ya se reflejan en casos reales gestionados por la compañía.

Por ejemplo, en un piso de 90 m² en Burgos con una antigua caldera de gas, la instalación de aerotermia supone un ahorro anual de 460 euros. La inversión inicial era de 11.862 €, pero gracias a las ayudas del plan Renove y los CAE se reduce en 3.700 €, quedando en 8.162 €, financiables en 24 meses sin intereses (340 €/mes). A esto se suman los 800 € de bonificación de Mi Iberdrola.

En viviendas unifamiliares, además de las ayudas directas, existen deducciones fiscales que permiten desgravarse hasta el 60% de la inversión (máx. 9.000 € en tres años). Iberdrola regala a sus clientes los certificados de eficiencia energética previos y posteriores para acceder a estas ventajas.

Así, en un adosado de 170 m² en Madrid, sustituir una caldera de gasoil por aerotermia supone un ahorro de 1.100 euros anuales, con una inversión que baja de 13.700 € a menos de 10.000 €, y que tras las deducciones fiscales puede reducirse hasta los 4.000 €. En una vivienda aislada de 240 m² en Ávila, con una caldera de gas, el ahorro alcanza los 1.190 € al año, tras una inversión final de poco más de 5.000 €, un 70% menos que el coste inicial de 16.300 €. En ambos casos, hay que añadir los 800 € extra de bonificación de Iberdrola.

El ahorro puede maximizarse si se combina la aerotermia con autoconsumo fotovoltaico, ya que la energía no empleada en climatización puede cubrir parte del consumo eléctrico doméstico, incrementando la rentabilidad.

Claves para una climatización sostenible

En Europa, el 40% de las emisiones proviene de calefacción con combustibles fósiles. Los sistemas de aerotermia son bombas de calor que capturan la energía del aire mediante un ciclo termodinámico, proporcionando calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente todo el año. Son hasta cuatro veces más eficientes que una caldera de gasóleo, una solución clave en zonas de España sin acceso histórico al gas.

Dentro de su apuesta por acelerar la transición energética, Iberdrola ofrece soluciones a medida adaptadas a cada vivienda, maximizando confort, ahorro y eficiencia. Además de aerotermia, la compañía promueve medidas complementarias como el aislamiento térmico de fachadas y cubiertas (que reduce hasta un 30% el gasto en climatización) o la instalación de paneles solares, capaces de generar electricidad 100% renovable y reducir la factura anual hasta en un 70%.

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